Las protestas, que surgieron como resultado de la muerte de George Floyd, cobraron fuerza en los últimos días por el aumento de las tensiones entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad.
El 27 de julio el mandatario del país, Donald Trump, ordenó enviar 100 oficiales federales más a Portland para sofocar la violencia y está considerando enviar 50 oficiales más, según Washington Post que cita a funcionarios estadounidenses y documentos gubernamentales.
Más de 70 personas fueron detenidas durante los disturbios.