La Atenea desnuda, así quedó bautizada la manifestante que, vestida con nada más que una mascarilla y un gorro, se sentó en plena calle e hizo posturas de yoga ante la mirada de numerosos agentes federales armados.
Aunque no hay una confirmación de que ella sea realmente la Atenea desnuda, los datos personales que compartió en el programa coinciden con la forma en que los amigos de la manifestante la describieron, apuntó el periódico Willamette Week.
En una conversación de dos horas, la manifestante, que se identificó solamente como Jen, compartió algunos detalles acerca de ella. Es una trabajadora sexual en sus 30 años. Y contrariamente a las suposiciones y críticas, ella no es blanca.
La mujer afirmó que la idea de desvestirse y enfrentar a las autoridades completamente desnuda no fue algo planeado, sino una decisión en el fragor del momento. Sin embargo, estar desnuda en público no es algo nuevo para ella, según afirmó.
"Mi desnudez es notoria", dijo la manifestante.
Según Jen, las poses que hizo en el piso, y que se volvieron virales, tampoco fueron planeadas, sino que fueron el resultado de una herida causada por una munición de control de masas que le dispararon en el pie.
La mujer dice que su intención era mostrarle a la policía su vulnerabilidad y dejar claro que los manifestantes son pacíficos.
"Ninguna de estas personas [que protesta] tiene armas. Vacíen sus bolsillos, quítenles la ropa, nadie tiene armas aquí. Solo quería que vieran a qué están disparando", subrayó la manifestante.