El programa de cazas F-35 aumentará en unos 600 millones de dólares y provocará una inflación del precio de cada caza en unos 7-9 millones de dólares, dijo el jefe de la Secretaría de Industria de Defensa turca, Ismaíl Demir.
El funcionario agregó que su país mantendrá en secreto los datos sobre el sistema de misiles antiaéreos rusos S-400, y no permitirán ninguna fuga de información en relación al F-35 Lightning II a pesar de que EEUU tenga un enfoque particular al respecto.
Los senadores republicanos James Lankford y Thom Tillis, así como los senadores del Partido Demócrata Jeanne Shaheen y Chris Van Hollen habían exigido que Turquía fuera excluida de forma permanente del programa para construir el caza F-35 de quinta generación.
Después de que Turquía adquiriera los sistemas de defensa antiaérea S-400 rusos, Washington anunció que podría excluir a Turquía del programa de F-35 y le negó a Ankara la entrega de los cazas de quinta generación.
En respuesta, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, exigió que se le devolviera el dinero pagado por Turquía o que se le entreguen sus aeronaves. Mientras tanto, la Fuerza Aérea de EEUU comenzaba el proceso de apropiación de los cazas que fueron construidos para Ankara.