El domingo 5 de julio, Alejandro Sanz daba un concierto sorpresa sobre uno de los puentes que cruzan la M-30. La pasarela, donde tocaba en su juventud, quedó rebautizada como Corazón partío, nombre de una de las canciones más míticas del madrileño. Precisamente, esta sonó sobre el improvisado escenario junto a otros dos temas. Los vecinos de los barrios de Moratalaz y Estrella, aledaños al puente, las disfrutaron. La música de Sanz también hizo gozar al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, o a la vicealcaldesa de la capital, Begoña Villacís, que acudieron al espectáculo junto a otros representantes de la política local y autonómica madrileña. Una fiesta sobre las alturas.
No obstante, fuentes del Ayuntamiento de la capital explican que el cantante no cobró nada. Es más, el dinero fue destinado a los costes de producción de la actuación, en los que se incluyen los salarios de los músicos o el transporte y alquiler de los equipos. Además, el consistorio añade que Sanz cedió gratuitamente los derechos de la grabación del concierto para la promoción turística de la ciudad. Para el equipo de gobierno municipal, solo el impacto de este directo "supera con creces el monto del contrato".
Asunto que ha llevado a Alejandro Sanz, quien el jueves volvió a ser homenajeado, a redes sociales. En Twitter, muchos usuarios no entienden como el Ayuntamiento ofreció una cifra tan elevada al cantante madrileño.