El COVID-19 no solo ha afectado los sistemas de salud alrededor del mundo, sino también a las estructuras económicas. Según el Banco Mundial, la economía mundial tendrá una caída del 5,2% durante 2020.
Sin embargo, el número de compras en línea creció durante la pandemia. En el primer trimestre de 2020, Amazon, la compañía más importante en comercio electrónico en el mundo, facturó 75.452 millones de dólares, un 26% más que el año pasado.
En estos días, en los que debe hacer home office por tiempo indefinido, quiere que su hogar se vea presentable. Le gusta que todo esté en orden para sentirse a gusto, así que desde que el Gobierno hizo un llamado a quedarse en casa, ha comprado una serie adornos para cada rincón del departamento.
Ante el cierre de las tiendas departamentales, Daniela pensó que gastaría menos, pero en realidad sucedió lo contrario. "Una cosa que me pasó es que como ya no gasto en salidas, de repente digo: 'ah, tengo este dinero extra, pues me lo voy a gastar en cosas'", expresó durante una conversación con Sputnik.
El último reporte de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), respecto al impacto del COVID-19 en los hábitos de consumo de los mexicanos, indicó que el 55% de los encuestados ha recurrido a las compras en línea para no salir de casa, el 48% para evitar aglomeraciones en tiendas físicas y el 35% porque encuentra más atractivas las ofertas de las tiendas en línea.
Las categorías más requeridas en sitios de comercio electrónico durante el confinamiento por COVID-19 fueron: el 40% de comida a domicilio, el 30% de moda, el 28% de supermercado, el 26% de productos del aseo para el hogar, el 24% de electrónicos, el 24% de belleza y cuidado personal, el 24% de medicamentos, entre otros.
¿Por qué compramos durante el confinamiento?
El consumo no es nuevo, pues es una actividad cotidiana en los modos de vida actual —lo que algunos autores denominan sociedad de consumo—. Por eso, no es extraño que, ante el llamado a quedarse en casa, se nos haga fácil continuar comprando.
Para Ana Carreño Mendoza, maestra en psicología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el fenómeno del consumo existía antes de la pandemia, pero la crisis por el COVID-19 sirvió para acelerar y modificar nuestros hábitos de compra.
"Esta [crisis] hay que entenderla como una pérdida de lazos sociales (…) porque finalmente esta pérdida deja un montón de libido, deja un montón de afecto, que no sabe de dónde agarrarse. Cuando se pierden los lazos sociales, pues esta libido va a tener que buscar un lugar de dónde agarrarse y entonces parece que lo que se tiene a la mano [es el consumo]", expuso para Sputnik.
Por otra parte, el consumo sirve como una forma de relacionarnos con los otros en la medida en la que nos permite tener algo en común; es decir, la posesión de un mismo producto o servicio también actúa como una especie de lazo social con los otros.
Daniela fue una de las personas que ha recurrido al consumo como una forma de tener contacto con los otros que también están en casa. Se compró unas sábanas blancas porque le gustó una habitación que vio en Instagram y un juego de coctelería para hacer una bebida que se popularizó en TikTok.
Además, otro de los factores que han caracterizaron al período de pandemia es la posibilidad de trasladar nuestras actividades del mundo offline al online. Ahora podemos realizar miles de actividades desde casa con un solo click en la pantalla del celular.
"Esta virtualidad también subjetiviza, también aporta algo a la subjetividad, que además que pues en este momento es la única posibilidad que hay para reconstituir este lazo social; pero que además, socialmente, se ha construido un modo en el cual cada vez más relaciones (…) se han creado en línea; entonces, gran parte de nuestro afecto también está colocado ahí en las situaciones virtuales", advirtió Carreño.
Las otras ventas en línea
Cuando hablamos del flujo de ventas en línea, no solo nos referimos a bienes y servicios tradicionales, sino también a todos aquellos productos que se encuentran únicamente en el medio digital: las plataformas de streaming.
Los servicios de entretenimiento en línea fueron otro de los sectores más beneficiados por la pandemia. Netflix, la plataforma más popular de streaming, anunció que hasta el mes de abril había registrado un total de 15,8 millones de nuevos usuarios en todo el mundo, lo que significó 709 millones de dólares en ganancias netas.
Debido al confinamiento, Stream México parecía ser otra de las tantas empresas afectadas por la pandemia de COVID-19. Pero en realidad aumentaron la venta de otro tipo de servicios que tenían como la realización de eventos totalmente en línea —graduaciones, congresos, conciertos, entre otros—.
Carlos Sánchez, director de planeación estratégica de Stream México, explicó a Sputnik que ellos ya contaban con un servicio multiplataforma de streaming que ofrecía la posibilidad de presenciar eventos desde la comodidad del hogar.
"Sin embargo, eran muy pocas las empresas las que contrataban estos servicios, como que no le veían mucho sentido. Ahora con la pandemia esta curva se invirtió y muchísimas empresas empezaron a buscarnos para hacer este tipo de congresos virtuales; de esta manera, hemos tenido pues yo creo un 300% más de trabajo durante la pandemia", agregó.
En el marco de la epidemia de COVID-19, las dinámicas del comercio mundial parecen estar modificándose. Diversas compañías están buscando nuevas salidas para seguir comercializando más allá de los espacios físicos.