El proyecto preveía la construcción de una planta capaz de generar 1.204 megavatios de potencia que implicaría además la creación de unos 2.000 puestos de trabajo directos en la región y unos cuantos miles más indirectos.
Un proyecto de futuro incierto
En principio las obras debían iniciarse a finales del próximo mes de julio o inicios de agosto. El proyecto entrañaba la construcción de varios elementos: dos unidades turbogeneradoras de gas, una turbina de vapor, dos generadores de vapor por recuperación de calor, tres generadores eléctricos asociados a las turbinas de gas y de vapor.
La decisión de la CFE
Ha sido el Gobernador del Estado de Veracruz, Cuitláhuac García, quien informó de que el proyecto de la central térmica en Tuxpan cobrará un nuevo impulso por la decisión de la Comisión Federal de Electricidad de abrir las licitaciones del proyecto a otras empresas tras recibir el visto bueno de la Secretaria de Energía, Rocío Nahle. Y lo hizo a través de la red Twitter:
La llegada de la pandemia de coronavirus a México provocó otro parón en el arranque de las obras. En el momento actual, no se ha extendido ningún permiso para reanudar los preparativos, en los que se llevan invertidos unos 40 millones de dólares.
La posición del Gobierno de México
Aparte del alcalde de Tuxpan (perteneciente al PAN), representantes del espectro político opositor lamentan también lo ocurrido en torno al proyecto de Iberdrola, de cuyo fiasco acusan a las políticas lideradas por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Julen Rementería, senador del Partido de Acción Nacional (PAN), ha acusado a la CFE de orquestar "complicaciones artificiales". Rementería habla de "expropiación moderna" y de pretender "robar el proyecto intelectual". López Obrador es partidario de incrementar la soberanía energética de México mediante un refuerzo del control estatal del sector, pues ha asegurado que anteriores Gobiernos mexicanos favorecieron con contratos a empresas como Repsol y la misma Iberdrola, con una presencia en el mercado mexicano del 15%.
"Decirle a los de Iberdrola y a todos los de estas empresas que está abierta la posibilidad de diálogo para llegar a un acuerdo”, declaró a medios mexicanos el pasado 17 de junio, luego de denunciar prácticas monopolistas.
"Se acabó el saqueo", llegó a decir en rueda de prensa el 16 de junio. "Ahora hay inconformidad porque las empresas eléctricas particulares extranjeras, sobre todo las españolas, tenían el gran negocio de cobrar a precios elevadísimos la energía eléctrica, se le tenían que pagar hasta subsidios y estaban en un plan, en un contubernio con las autoridades para destruir a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), a la empresa pública de México, de la nación”, denunció.
¿Posible daño al medioambiente?
Por otra parte, el proyecto de Iberdrola tampoco contaba con el beneplácito de las comunidades asentadas en la zona de su futura edificación, pues el posible impacto ambiental de la planta había generado inquietud entre los habitantes de los municipios de Sabanillas y Tamiahua.
Según el líder de su comunidad agraria, Rubén Cruz Sagastume, los pobladores no tienen datos de las obras adicionales para conectar con el gasoducto Texas-Tuxpan y llevar así el gas. A tal efecto Iberdrola ha adquirido ya 20 hectáreas de terreno, pero no informa de los posibles daños al entorno natural, habida cuenta de que, según este líder agrario, la compañía española no aporta ningún estudio de impacto medioambiental.