Un nuevo viaje al satélite neptuniano ha sido propuesto a la agencia espacial estadounidense. La misión bautizada Trident —tridente, en inglés, como el del dios romano— es una de las cuatro que compite actualmente bajo el Programa Discovery. De aquí a cerca de un año, la NASA seleccionará hasta dos de ellas para que se lleven a cabo más adelante en la década.
"Tritón siempre ha sido uno de los cuerpos más emocionantes e intrigantes del sistema solar", afirmó la investigadora Louise Prockter, quien lideraría el estudio de la luna.
De realizarse, la misión resolvería a diversos misterios que asombran a la comunidad científica. ¿Cómo es posible que una luna antigua seis veces más lejos del Sol que Júpiter todavía estar activa? ¿Existe en su interior algo todavía lo suficientemente cálido como para impulsar esta actividad? Estas son solamente algunas de las preguntas para las cuales la misión podría finalmente encontrar las respuestas.
Otra cosa que desconcierta a los astrónomos es que Tritón, cuyo diámetro es equivalente a un 75% del de la nuestra luna, es su ubicación. No se encuentra donde solía estar, probablemente migró del Cinturón de Kuiper, una región de objetos transneptunianos que quedaron del sistema solar temprano.
La atmósfera de esta luna tampoco es habitual. La capa llamada ionosfera está repleta de partículas cargadas y es 10 veces más activa que la de cualquier otra luna en el sistema solar, detalló la NASA. Es particularmente extraño, debido a que las ionosferas generalmente están cargadas por la energía solar. Tritón y Neptuno, sin embargo, están 30 veces más lejos del Sol que la Tierra. Los científicos creen que la energía puede provenir de una fuente alternativa desconocida.
Según la NASA, una investigación de Tritón y de sus cambios con el paso del tiempo ayudaría a los científicos entender mejor cómo evolucionan y funcionan los cuerpos de nuestro sistema solar.