Dicha aeronave le pertenecía al Ejército Nacional Libio (LNA) hasta que este último la dejó abandonada en el aeropuerto internacional de Trípoli por no tener las partes de repuesto necesarias para hacerla volar.
Así, tras retirarse de esta área, el GNA tomó control de la máquina y la intentaron remolcar con una camioneta. Sin embargo, durante este proceso, el helicóptero chocó contra un árbol, que lo dejó con el fuselaje y una parte de una ala dañados.
Entonces se tomó la decisión de transportar la aeronave sobre el remolque de un camión, pero allí no terminó la mala suerte de este Mi-35. Durante el trayecto el conductor intentó pasar debajo de un puente demasiado bajo, embistiendo la máquina contra la estructura.
Como resultado del choque, el helicóptero recibió incluso más daños y de mayor gravedad. Esto significa que se tardará incluso más tiempo en hacerla volar, si es que será posible.