El 31 de mayo la exconsejera estadounidense de Seguridad Nacional, Susan Rice, advirtió que Rusia puede estar detrás de la violencia en las protestas en EEUU, sin embargo, no presentó ninguna prueba.
"La máquina estadounidense de noticias falsas jadeando y carraspeando realizó por fin una acción pronosticada ya hace mucho", escribió el senador en su Facebook.
A su juicio, esta acusación es solo la primera noticia falsa que será seguida por muchas otras.
El senador dijo que quisiera creer que Washington comprenda "todo el horror de lo que está sucediendo en las ciudades estadounidenses (…) y el instinto de conservación simple que no permite juegos políticos en la tragedia nacional" y expresó su pésame "a todos los afectados y a los que serán afectados".
Además, Mijaíl Uliánov, el representante de Rusia ante las organizaciones internacionales en Viena, también criticó las acusaciones de una supuesta implicación de su país en las manifestaciones que estallaron en Estados Unidos.
"¡Increíble! Pero Rice no está bromeando, lo dice seriamente ¿Es una demonización de los rusos o lavado de cerebro? ¿Tal vez, lo uno y lo otro?", escribió Uliánov en su cuenta de Twitter.
Las protestas se desataron luego de la muerte de George Floyd, de 46 años, en un episodio de violencia policial en Minneapolis, un hecho que fue filmado y rápidamente se volvió viral.
Las imágenes muestran a un oficial de policía blanco que sujeta a Floyd en el suelo con la rodilla en el cuello durante varios minutos.
El alcalde de Minneapolis dijo que los cuatro policías involucrados en el arresto fueron despedidos y pidió imputar al oficial que asfixió a Floyd.
El 27 de mayo, el presidente de EEUU, Donald Trump, ordenó al Buró Federal de Investigaciones (FBI) y al Departamento de Justicia que investigaran el incidente, y aseguró que se hará justicia.
Las autoridades de varias ciudades declararon el toque de queda para frenar las protestas que ya han derivado en disturbios.