El espacio no tiene bandera. No obstante, países como Estados Unidos, Rusia o, más recientemente, China se disputan el primer puesto del cosmos. La Unión Europea (UE) también va tras la misión de convertirse en un agente de peso en la industria espacial. Un objetivo que puede resultar distante por la dependencia material de Europa, necesitada de piezas y sistemas fabricadas en otras partes del mundo.
Desde el 24 de enero, en los talleres de Thales Alenia Space España, situados en Tres Cantos, se trabaja en el proyecto PROMISE, centrado en los ASIC (Application-Specific Integrated Circuit) de señal mixta. Se trata de chips electrónicos considerados el cerebro de los satélites, cuyo coste de producción es muy elevado. "Desde hace muchos años usamos ASIC para reducir el tamaño de los equipos, que en el espacio es un tema primordial. El problema es que desarrollar un chip nuevo supone un coste inmenso y mucho tiempo. Proceso en el que dependemos de las piezas provenientes de otros países, principalmente de Estados Unidos", comenta el responsable de I+D de Thales Alenia Space, Ángel Álvaro.
Para sortear estos obstáculos, Thales Alenia Space prepara una biblioteca de bloques para facilitar la producción de ASIC de señal mixta completamente europeos. Una especie de librería de las funciones que pueden incluirse en un chip y que cualquier interesado puede obtener de manera automática de este almacén.
Bloques que pueden hacer de medidor de tensión o de modulador de potencia. Funciones que, para incorporarse en un ASIC, previamente tenían que ser creadas por un equipo de ingenieros, lo que provocaba un incremento del tiempo y coste de fabricación. Con este sistema se añadirán directamente en los ASIC de señal mixta, lo que facilitará la construcción de los satélites. Además, se reducirá su tamaño, ya que no hará falta que haya más de un chip en su placa.
"Una manera más fácil de construir un satélite era incluir varios chips que realizaran distintas funciones. Al ser más sencillo incluirlas en uno solo, la placa dejará de tener un chip gordo y 16 pequeños. Solo habrá uno gordo, lo que supondrá un ahorro de tamaño, peso y consumo", asegura Álvaro.
La librería será desarrollada por distintos fabricantes del continente. Así, los bloques de esta biblioteca vendrán de España, pero también de centros de Francia, Grecia, Portugal, Bélgica y Finlandia. Una alianza europea con la que se evitará la dependencia de empresas estadounidenses para la producción de satélites u otra tecnología espacial.
"Es un orgullo liderar desde España una iniciativa revolucionaria y pionera en el continente que permitirá desarrollar satélites 'Made in Europe'. PROMISE posicionará a la industria espacial europea a la vanguardia de las soluciones competitivas en cuanto a costes y permitirá a las empresas participantes tomar un papel de liderazgo en los proyectos espaciales del futuro”, asevera Eduardo Bellido, CEO de Thales Alenia Space España.
El responsable de I+D de la corporación añade que "se trata de un hito realmente importante para el futuro de la industria espacial europea". Y es que, de esta manera, no solo se conseguirá una mayor autonomía, sino también la posibilidad de competir contra otras potencias espaciales. "Europa tendrá soberanía sobre sus diseños. Podrá acceder a mercados emergentes e incluso competir con empresas estadounidenses, ya que antes no podía por usar sus componentes. Con este sistema, los chips europeos tendrán un coste igual o inferior y la Unión Europea será un competidor fuerte en el mercado de satélites", argumenta Álvaro.
Menor coste
En 2022 verá la luz el proyecto PROMISE, año en el que se conocerá su resultado. Sin embargo, sus responsables auguran datos positivos para la industria espacial europea. Y es que estiman que el tiempo de entrega de los nuevos ASIC de señal mixta basados en la biblioteca de bloques se reducirá entre un 20% y un 40%. En cuanto al coste, descenderá un quinto, por lo que el diseño y producción de estos chips será rentable a partir de las 85 unidades fabricadas y no de las 200 actuales.
Precisamente, las megaconstelaciones es uno de los campos que más interesa a Thales Alenia Space. La empresa es el primer fabricante de satélites europeo y el propio PROMISE favorecerá la construcción de las pequeñas unidades que componen estas agrupaciones que circulan por el espacio. No obstante, la corporación participa también en otros proyectos como la expedición a Marte ExoMars, para la que acaba de entregar modelos de calificación de los equipos que utilizarán para llegar al planeta rojo, misiones científicas o el diseño y montaje de la tercera generación de satélites Meteosat, que recogen información meteorológica. Además, colabora con la NASA en la fase de estudio de desarrollo de la cabina presurizada del sistema aterrizaje que utilizará la agencia estadounidense para volver a la Luna.
"España está en el primer nivel a nivel técnico. En Europa, no tenemos nada que desmerecer frente a Reino Unido o Alemania", afirma Álvaro.
Y, tal vez, en unos años, no solo España, sino la Unión Europea, pueda optar a poner su nombre en el arco celeste.