No importa si se trata de películas para niños, adolescentes o adultos, la intención pareciera ser la misma: las escenas de tortura suelen representarse como un "logro" del torturador. Según un estudio publicado en Perspectives in Politics, las películas generalmente muestran que la tortura es "efectiva". Los investigadores incluso encontraron que la tortura era "más aceptable y necesaria" cuando era perpetrada por el protagonista, y "más dura e injustificada" cuando era llevada a cabo por el antagonista.
No es éticamente posible estudiar si la tortura "funciona", aclaró, pero hay algunas pruebas que muestran que la práctica conduce a confesiones falsas y es contraproducente para las investigaciones. "La evidencia sugiere que la tortura no funciona, pero los medios de comunicación a menudo muestran que sí", dijo Kearns.
La criminóloga trabajó con Casey Delehanty, profesor asistente de Ciencias Políticas en la Universidad Gardner-Webb. Juntos crearon una base de datos de escenas de las 20 películas más taquilleras de Norteamérica de 2008 a 2017. De ellas, el 60% tenía al menos una escena de tortura.
"No me di cuenta de lo frecuente que iba a ser la tortura", dijo Delehanty. "Lo que me sacudió y me llevó al título de nuestra investigación fue la cantidad de películas para niños que tienen escenas de tortura", agregó.
Delehanty sugirió "no limitar la forma en que los medios de comunicación representan los interrogatorios y la tortura", sino más bien, "llamar la atención sobre la prevalencia de este tipo de retórica y esperar que los guionistas sean más cautelosos en el uso de la tortura como un dispositivo de la trama".
*Película infantil animada.