Hoy en día, la mayor parte de la comunidad científica concuerda en que la caída de un meteorito en la actual costa de México, si bien no causó de inmediato la extinción de los dinosaurios, sí provocó cambios climáticos planetarios que impulsaron su desaparición. La caída del asteroide que formó el cráter Chicxulub, tuvo un efecto catastrófico en el clima del planeta y se cree que provocó una extinción masiva entre los períodos Cretácico y Paleógeno.
Ahora, científicos de 11 países combinaron los datos sobre la forma y estructura del subsuelo del cráter, los resultados de la investigación geofísica y la perforación. Con base en esto construyeron un modelo dinámico de impacto tridimensional y examinaron las consecuencias de cuatro opciones para el ángulo de choque del asteroide a la superficie de la Tierra: 90, 60, 45 y 30 grados.
Gracias a los resultados de este cálculo, los autores del estudio concluyeron que el cráter de Chicxulub se formó como resultado de un fuerte impacto inclinado a 45-60 grados del horizonte, desde el noreste. El modelo mostró que en tales circunstancias la cantidad de gases producidos por unidad de masa del cuerpo de choque fue máxima.
El golpe, según los científicos, causó emisiones de miles de millones de toneladas de azufre en la atmósfera superior, bloqueó la luz solar y desencadenó la caída de las temperaturas por todo el planeta. Esto provocó una extinción masiva de la vida, incluidos los dinosaurios, pero también de muchas otras especies de animales y plantas.
"Para los dinosaurios, esta fue la peor de las opciones. El choque fue acompañado por la liberación de una increíble cantidad de gases que cambian el clima de la atmósfera. Esto fue exacerbado por el hecho que el asteroide cayó en uno de los ángulos más mortales", explica el coautor del estudio, Gareth Collins, profesor de ciencias planetarias en el Imperial College de Londres.
Los autores esperan que los resultados de su investigación no solo proporcionen nueva información sobre el punto de inflexión de la historia geológica, sino que también ayuden a una mejor comprensión de cómo se forman los grandes cráteres en otros planetas.