La pandemia, al igual que ha sucedido con innumerables conciertos y festivales de música, provocó la cancelación definitiva de Eurovisión. En marzo, la Unión Europea de Radiodifusión (UER) anunció la suspensión del evento, que por primera vez en su historia no tendría lugar. Y es que, ni la Guerra de los Balcanes, ni el conflicto palestino-israelí, ni las tensas relaciones entre Ucrania y Rusia, detuvieron la celebración de este certamen de 65 años de historia, que, por su parte, el coronavirus sí ha logrado.
Además, se recogerán todos los mensajes lanzados por los intérpretes de esta sexagésimo quinta edición del certamen, que también cantarán a coro el tema Love shine a light. Esta no será la única actuación coral, ya que, de la mano de Johny Logan y su canción What’s another year, los eurofanes unirán sus voces desde sus domicilios.
En cuanto a la sede, la UER, los medios públicos neerlandeses y la ciudad de Rotterdam siguen con la negociación, aunque la intención es que se mantenga el Rotterdam Ahoy como escenario del concurso en 2021.
Lo que pudo suceder
A pesar de la emisión de Europe Shine a Light, este año no habrá ganador de Eurovisión. El trono de 2020 queda desierto y habrá que esperar al siguiente año para entregar de nuevo el micrófono de cristal.
No obstante, como suele suceder, las casas de apuestas ya habían seleccionado a los países que partían como favoritos a alzarse con el triunfo. Uno de ellos era Islandia, que se presentaba con el funky Think About Things. Interpretada por Daði & Gagnamagnið, esta divertida canción se había convertido en un fenómeno viral, compartida hasta por el actor Russel Crowe.
No obstante, en primer lugar, según las casas de apuestas estaba Victoria, la representante búlgara. La cantante, salida de Factor X, se presentaba con Tears Getting Sober, una balada intimista en la línea de la estrella estadounidense Billie Eilish.
Tras Bulgaria se posicionaban en la listas de favoritos los bailes de The Roop en On Fire, en nombre de Lituania, y la vuelta al francés de Suiza, de la mano de Gjon’s Tears y los falsetes de Répondez-moi.
Italia, Rumania, Alemania, Malta y Azerbaiyán completaban la lista de los 10 países con más opciones de ganar la desaparecida sexagésimo quinta edición de Eurovisión.
Por su parte, España aparecía en el puesto 33 de las casas apuestas. La presentación en el festival corría a cargo de Blas Cantó, intérprete del medio-tiempo de final épico Universo. Propuesta que no defenderá en Rotterdam, aunque él sí se subirá al escenario. Eso sí, tendrá que esperar a 2021, después de que aceptara la misión de ser el representante español el próximo año. Quedará saber qué pudo ser de Universo, que al igual que el resto de canciones de 2020 y el propio festival, se convertirá en un recuerdo más de los tiempos del coronavirus, que detuvieron hasta lo que la guerra no pudo.