Después de que en los últimos días su intensidad haya descendido ostensiblemente, una iniciativa que circula por las redes sociales propone escenificar un último y masivo aplauso como colofón a la costumbre de mayor raigambre entre los ciudadanos durante la fase de aislamiento: aplaudir a quien vela por la salud pública.
La costumbre obró también la colaboración de los vehículos con sirena, que las hacían sonar a su paso. Dotaciones de Policía Municipal incluso establecieron un sistema de recogida de avisos para homenajear con sus luces y cánticos a los menores de 10 años que cumplieran años y así lo solicitaran. Pero también ha habido voces alertando del riesgo de que la iniciativa se invista de frivolidad, pues la Sanidad española hace frente desde hace años a muchos otros problemas, también el de su infrafinanciación.
Pero el paso de los días y, sobre todo, la entrada en vigor en la fase de desescalada de un horario justamente a partir de las 20:00 horas para pasear y hacer footing, provocó la paulatina extinción de la acción de dar palmas desde las ventanas y balcones. "Para dar un final digno y no dejar que mueran poco a poco los aplausos", reza la convocatoria, "vamos a brindar el mejor y más largo homenaje desde los balcones a toda la gente de la sanidad y el resto de sectores que han brindado su trabajo y esfuerzo para protegernos". De nuevo, se espera una respuesta masiva.