"Las fallas 2020 se suspenden definitivamente", anunció en una rueda de prensa el alcalde de Valencia, Joan Ribó, tras reunirse con los responsables de la organización de esta fiesta popular para comunicar la decisión.
El Gobierno de la ciudad decidió cancelarlas tras considerar que no será posible celebrar un evento de estas características en verano, por lo que las Fallas no se celebrarán hasta 2021.
El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, explicó entonces que el Gobierno de la región priorizaba "proteger la salud de los valencianos" ante la celebración de estas fiestas.
La fiesta de las Fallas es una de las tradiciones más famosas de España y un importante atractivo turístico para Valencia, atrayendo anualmente a cientos de miles de visitantes de todo el país y del resto del mundo.
La tradición consiste en la construcción de grandes figuras hechas de cartón que llenan las calles y plazas de la ciudad durante varios días para ser admiradas entre los visitantes, que deben votar su favorita.
Todas las Fallas excepto aquella escogida por el público son quemadas en un gran acto de clausura de las fiestas, en el que también se realiza un gran espectáculo de fuegos artificiales.
La cancelación de este evento afecta económicamente a Valencia y tiene un grave impacto en los negocios locales, para los que el evento genera ganancias equivalentes a la temporada de verano.