"Claridad y sentido común por parte de Nicola Sturgeon y caos de Boris. Me alegro de vivir en Escocia", tuiteó sir Harry Burns, profesor de Salud Pública Global en la Universidad escocesa de Strathclyde.
El eminente académico, que fue oficial jefe médico en Escocia entre 2005 y 2014, se refería a la firmeza con que la ministra principal del territorio autonómico, Nicola Sturgeon, mantiene el principio y recomendación para que la población se quede en casa durante la crisis del COVID-19.
Johnson cambió el lema la noche anterior por el consejo de "sigue atento" y la advertencia de que los que no puedan trabajar en casa, "deben ir a su puesto" laboral en industrias como construcción y manufacturas.
"El discurso fue efectivamente una declaración de guerra social", reprochó Sienna Rodgers, directora de Labour List, la publicación base del movimiento laborista.
Johnson emitió la orden de reactivación económica con prioridad a la publicación de las normas de salud y seguridad que regirán en empresas de cada sector laboral.
"Es irresponsable e incorrecto ordenar la vuelta al trabajo con un aviso de 12 horas y ninguna guía oficial sobre como se protegerá a los trabajadores", protestaron en un comunicado los portavoces laboristas en Negocios y Derechos Laborales, Ed Miliband y Andy McDonald.
La confusión del mensaje oficial se extiende al relajamiento de las restricciones sociales que comienza hoy mismo.
"Los confusos mensajes del Gobierno del Reino Unido sobre qué está permitido en términos de distancia social, incluidas las reuniones familiares y en el transporte, suponen un reto real para la Policía, y el ministro del Interior debe actuar con urgencia", instó el diputado Nick Thomas-Symonds.
A su vez, la cosecretaria general del Sindicato de Educación nacional, Mary Bousted, denunció por "imprudente" la decisión de Johnson de reabrir las aulas de Inglaterra a primeros de junio.
El 82% de adultos británicos piensa que el Reino Unido debería priorizar la salud y el bienestar de los ciudadanos durante la crisis del COVID-19, según una encuesta de You Gov para la organización Positive Money.
En el mismo sondeo online, el 12% favoreció el crecimiento económico y el 7% dijo estar indeciso.