"Hoy en día China es el líder [en la explotación de recursos de la Luna], sin duda alguna (...) Dos exploradores lunares en los últimos tres años y el primer alunizaje en la cara oculta de la Luna significan mucho", sostuvo Lísov.
Aunque varios países tienen sus propios programas de exploración lunar, incluidos Rusia y Estados Unidos, de momento no se trata de una plena carrera por la Luna, según el especialista.
"Los estadounidenses tienen su programa [lunar] tripulado, pero por desgracia este merece poca confianza", señaló el experto.
Lísov explicó que el programa Artemisa de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) tiene previsto realizar un vuelo espacial tripulado a la Luna seguido por un alunizaje humano en el polo sur de la Luna para 2024.
"El plazo programado, el año 2024, es cuestionable: según mi punto de vista, es imposible realizar en este plazo el alunizaje de una persona para luego devolverla con alguna probabilidad razonable", opinó Lísov.
En cuanto a la explotación de los recursos de la Luna, el experto indicó que hay dos modos de hacerlo.
El primero consiste en usar los recursos lunares para regresar de la Luna a la Tierra: es decir, "reducir el peso del aterrizador, esperando obtener combustible in situ, a través de derretir el hielo lunar y descomponerlo en oxígeno e hidrógeno".
Eso permitiría volar de la Luna a los planetas del sistema solar.
"Será mucho más barato despegar de la Luna que de la Tierra", destacó.
Al mismo tiempo, Lísov ve inapropiada la extracción de recursos lunares y su suministro a la Tierra.
"De ninguna manera. Hasta el helio-3, que es un recurso bastante valioso en términos de sus componentes energéticos, y a pesar del hecho de que transportarlo de la Luna a la Tierra pueda dar sus resultados, la minería en la Luna nunca resultará rentable", sostuvo.
El 5 de mayo, la agencia de noticias Reuters afirmó, citando a fuentes con conocimiento de la situación, que la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, está elaborando un marco legal para realizar minería en la Luna bajo un nuevo acuerdo internacional patrocinado por EEUU y llamado Artemis Accords (Acuerdos de Artemisa).
El pacto también busca proporcionar un marco del derecho internacional que permita a las empresas ser propietarias de los recursos lunares que vayan a extraer, según las fuentes.
Afirmaron que en las próximas semanas, Washington tiene planes de negociar el acuerdo con sus socios de Canadá, Japón, los Emiratos Árabes Unidos y varios países europeos.
Sin embargo, Rusia, un socio importante de la NASA en la Estación Espacial Internacional, no está entre los países con los cuales EEUU tiene previsto debatir su nueva iniciativa en primer lugar, informó Reuters.
A su vez, Rusia planea terminar en marzo de 2021 la construcción de Luna-25, la primera nave espacial rusa que estudiará el satélite natural de la Tierra tras un paréntesis de 45 años, según comunicó a Sputnik Vladímir Kolmikov, director general del fabricante espacial Sociedad Científica y de Producción Lávochkin (filial de la corporación espacial rusa Roscosmos).
El aparato, heredero de la sonda soviética Luna-24 lanzada en 1976 desde el cosmódromo de Baikonur, debe alunizar en el polo sur de la Luna: al norte del cráter Boguslavski o, si no lo consigue, al sudoeste del cráter Manzinus. La sonda analizará las características del regolito de la región y estudiará la exósfera polar de la Luna.
El lanzamiento de Luna-25 será parte de la primera fase del programa lunar rusa, que cuenta con otras dos etapas.
De acuerdo con el programa, los primeros cosmonautas serán enviados a la Luna para 2035, mientras que para 2040 se creará una base lunar.