El pequeño robot se desplaza por las aceras del centro de innovaciones a una velocidad similar a la de un peatón. Es capaz de cruzar varios kilómetros entre un edificio y otro para realizar las entregas. Además, está completamente controlado a través de teléfonos móviles.
Las rutas son elegidas por el propio Rover y, gracias a un conjunto de sensores y un lídar —dispositivo que determina las distancias utilizado láser pulsado—, este se desplaza con confianza incluso en la oscuridad. El robot monitorea el camino de manera constante y responde instantáneamente a cualquier cambio que encuentre.
"Si un persona se le cruza por delante, el Rover reducirá la velocidad y le dejará pasar. Si hay un obstáculo en su camino, lo rodeará", detalla Yandex.
Cuando el robot llega al punto de entrega, lo único que el destinatario necesita hacer es abrir la cerradura a través de su teléfono móvil y recoger su paquete.
"El Yandex Rover será útil en cualquier área donde trabajen con cargas pequeñas. Por ejemplo, puede recoger pedidos de los puntos de entrega, entregar pizza, transportar mercancías en un almacén o servidores en un centro de datos", agrega su fabricante.
Antes de entrar en servicio en el 'Valle del Silicio ruso', el Yandex Rover pasó por un período de prueba de cerca de cinco meses en la sede de la compañía en el centro de Moscú, donde desempeñó su trabajo a la perfección.