"En estos momentos difíciles que atraviesan los pueblos y naciones del mundo, nos dirigimos a usted en nuestra condición de presas y presos políticos, en relación a sus declaraciones del pasado 25 de marzo de 2020, en las que usted pidió a los gobiernos que tomaran medidas urgentes para proteger la salud y la seguridad de las personas en prisión o recluidas en otras instalaciones, como parte de los esfuerzos para frenar la pandemia de COVID-19", reza la carta.
El texto recuerda que Bachelet animó a los gobiernos a realizar una drástica reducción de la población penitenciaria de manera urgente ante la expansión del coronavirus, con una especial mención a atender la situación de "todas y cada una de las personas que están encarceladas sin suficiente base legal, incluyendo presos políticos y otros detenidos por haber expresado opiniones críticas o disidentes".
"Nos preocupa que muchos estados no estén cumpliendo con sus recomendaciones", añade la carta, subrayando que esto "conlleva un alto riesgo para la vida".
Además, la carta denuncia la situación en muchos centros penitenciarios del mundo, donde es habitual el hacinamiento y la falta de higiene, lo que crea un cóctel especialmente peligroso en este contexto de crisis sanitaria, haciendo que "los brotes aumenten día a día en las cárceles".
"Como presas y presos políticos conocemos de primera mano la situación de las cárceles en nuestros respectivos países y queremos remarcar que la preocupación que exponemos no se ciñe exclusivamente a la situación personal que vivimos, sino que la hacemos extensiva al conjunto de personas que se encuentran actualmente privadas de su libertad", añade el texto.
Con motivo de la publicación de esta carta, la Asamblea Nacional Catalana publicó un comunicado en el que Jordi Sànchez —antiguo presidente de esta asociación civil y uno de los firmantes de la misiva— acusa a España de desoír las recomendaciones de la ONU sobre la situación de las personas presas.
"Es desolador ver la impunidad con la que España ignora las recomendaciones de Naciones Unidas sobre derechos humanos. Las recomendaciones de la Alta Comisionada de Naciones Unidas, la señora Bachelet, eran inequívocas", afirma.
En concreto, Sànchez critica que los presos independentistas sigan en prisión, algo que a su modo de ver es un "ejemplo de desprecio a los derechos humanos".