Según este medio, representantes del Gobierno y de la compañía aérea insignia de Alemania acordaron las condiciones clave durante una reunión de trabajo confidencial que tuvo lugar el lunes, aunque el presidente ejecutivo de Lufthansa, Carsten Spohr, no participó en esas discusiones.
En su balance provisional del primer trimestre, Lufthansa reportó una pérdida operativa de 1.200 millones de euros.
El problema inmediato para la compañía, que tiene buena parte de sus aviones inmovilizados por la pandemia de coronavirus, es asegurarse nuevos préstamos para mantener las reservas de liquidez.
El sector de aviación comercial es uno de los más afectados estos días por la crisis de COVID-19.
La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas inglesas), en su previsión del 14 de abril, estimó que los ingresos por pasajeros aéreos disminuirán 314.000 millones de dólares en 2020, una caída del 55% respecto a 2019.