"Paracaidistas rusos de un grupo combinado se lanzaron por primera vez desde una altitud de 10.000 metros en las condiciones extremas del Ártico, desembarco que realizaron desde aviones Iliushin IL-76 cerca de la Tierra de Francisco José", declaró el ente en un comunicado.
Durante la operación del desembarco fueron probados paracaídas de nueva generación, dispositivos individuales de oxígeno, sistemas de navegación y otros equipos especiales.
El teniente general Yunus-Bek Yevkúrov, viceministro de Defensa ruso, y el coronel general Andréi Serdiukov, jefe de las tropas aeromóviles, presenciaron el entrenamiento.
Yevkúrov dijo que "los ejercicios como este se llevarán a cabo anualmente en diversas zonas del Ártico".