Según el documento, el funcionario notificó al Congreso "que Canadá y México han tomado las medidas necesarias para cumplir sus compromiso en el marco del T-MEC, y que el acuerdo entrará en vigor el 1 de julio de 2020".
Citado en el texto, Lighthizer afirma que EEUU debería incrementar su capacidad de producción e inversión en América del Norte, especialmente a la luz de la pandemia del nuevo coronavirus.
El principal negociador mexicano del T-MEC Jesús Seade, celebró la notificación de la Casa Blanca al Congreso estadounidense indicando que el nuevo pacto de libre comercio entrará en vigor el próximo 1 de julio.
"El representante comercial Robert Lighthizer, notificó hoy (por el viernes) al Congreso que México y Canadá han tomado las medidas necesarias para cumplir con sus compromisos del T-MEC. ¡Celebramos este paso fundamental para la región de Norte América! El TMEC es crucial para los 3 países", escribió Seade en su cuenta de Twitter, en la primera reacción oficial mexicana
Seade, también vicecanciller para Norteamérica, Lighthizer, y la viceprimera ministra canadiense, Chrystia Freeland, encabezaron desde mediados de 2018 la recta final de las prolongadas negociaciones, que comenzaron en 2017 para remplazar al antiguo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que cumplió 26 años en enero pasado.
La notificación oficial del representante comercial de Washington señala que el nuevo acuerdo incluye mejoras en las normas de origen, acceso a mercados agrícolas, propiedad intelectual, comercio digital, servicios financieros y trabajo, entre otros rubros.
El largo camino al nuevo pacto
El T-MEC es el resultado de la exigencia del presidente estadounidense, Donald Trump, de renegociar el TLCAN, que entró en vigencia el 1 de enero de 1994 y que en varias oportunidades el mandatario calificó de "desastroso" para su país.
Sin embargo, la poderosa industria automotriz, que representa la cuarta parte de las exportaciones mexicanas, esperaba una postergación de la implementación del T-MEC, debido a que sus cadenas globales de producción están rotas por la pandemia, y será difícil encender motores de forma óptima.
Tras superar la oposición del Partido Demócrata, el 16 enero pasado, el Senado de EEUU aprobó el T-MEC por 89 votos a favor y 10 en contra.
El Senado de México había hecho lo propio en diciembre pasado.
Para los opositores demócratas estadounidenses, los temas innegociables fueron: la demanda de inspecciones laborales, las certificaciones de productos en la frontera; los aranceles estacionales a la producción agrícola; y el plazo incumplible para aplicar la regla de origen al acero y aluminio, entre los más destacados.
Los tres países suman más de 22,2 billones de dólares de Producto Interno Bruto y más de 490 millones de habitantes.