Con estos datos, que antes no era necesario introducir para adquirir un billete, la operadora ferroviaria podrá conocer en todo momento quién está viajando en sus trenes. Un modelo semejante al de las compañías aéreas en las que sí se pedía registrar toda la información de una persona para poder montarse a un avión.
Según Renfe, esta información, tratada bajo la normativa vigente de protección de datos personales, se utilizará para llamar a los pasajeros en caso de suspensión de viajes por alguna circunstancia ajena a la compañía. No obstante, también se aplicará esta norma, de carácter preventivo, para preguntar a los viajeros sí han estado en contacto con personas contagiadas o cualquier otra cuestión necesaria para que Renfe pueda aplicar los protocolos sanitarios lo antes posible.
Este nuevo de tipo de billete ya se vende en la web de la compañía, en la app, vía telefónica y en las taquillas de las estaciones. Más adelante, se sumarán agencias de viaje presenciales y online.
Un formato que llega en medio de la parálisis logística que sufre el país por el coronavirus. Las medidas de restricción de movilidad decretadas solo permiten poner en circulación el 10% de los trenes con los que cuenta Renfe, un 30% en el caso de los trenes de Alta Velocidad y de Larga y Media Distancia.
Convoyes que tan solo transportan a 1.500 pasajeros al día, ya que solo se puede vender un 30% de las plazas con el fin de garantizar la distancia de seguridad entre los pasajeros.