En el marco de una iniciativa que ya lleva más de 20 años de vigencia contra el lucro en los precios de los medicamentos, Médicos Sin Fronteras emitió una declaración para ajustar la mencionada campaña a los tiempos que corren.
Hasta el momento el COVID-19 infectó a 2,5 millones de personas y mató a más de 166.000. Si bien se la considera una enfermedad que no distingue de clases sociales ni fronteras ni culturas, las poblaciones económicamente más vulnerables son las más afectadas.
"Es importante que las empresas no tengan monopolio y no saquen ningún tipo de provecho económico de los medicamentos, tests o vacunas para esta pandemia, porque sería un desastre", explicó Carvalho. Entre otras razones, porque "prolongaría la epidemia y daría un contexto de fraccionamiento del tratamiento y de las opciones que van a surgir", agregó.
"Hacemos un llamado a las empresas para que no utilicen ningún derecho de propiedad intelectual ni patente sobre ninguna tecnología (...) también a los gobiernos para que apliquen medidas para impedir este patentamiento", indicó.
Memoria reciente
La campaña de Acceso a los Medicamentos Esenciales tiene más de 20 años, tiempo en el cual la ONG ha podido sacar conclusiones y reunir evidencias sobre la inequidad existente en este rubro.
El vocero de Médicos sin Fronteras dijo que esto ocurrió con otros males asociados a la familia del coronavirus como el SARS —que golpeó Asia entre 2002 y 2003— o el MERS, que hizo lo propio en Oriente Medio en 2012.
"Los tratamientos y las vacunas están cercados de patentes y al final del día son las empresas farmacéuticas las que deciden dónde estará disponible, dónde no y a qué precios. Así se excluye a mucha gente del acceso", graficó.
"Lo mismo pasó con la epidemia de Ébola en África Occidental hace un par de años. Ahí también se conocía el potencial de letalidad de aquel virus pero no se desarrolló nada (...) es un sistema de innovación que es muy restrictivo en cuanto a qué tecnología están desarrolladas, y cuando se desarrolla son muy restrictivas en torno a quién se beneficia", explicó Carvalho.
Como ejemplo, Carvalho se refirió a la pandemia de VIH Sida: "en 20 años de existencia de tratamiento solo se alcanza a tratar 50% de las personas que lo necesitan. Los precios son una barrera constante en este proceso".
Conclusiones
Carvalho remarcó que "hace años ya tenemos una crisis de innovación y acceso que necesitamos enfrentar. Quizás en estos momentos está más claro para las autoridades y la comunidad científica, y podamos aprovechar como una oportunidad de repensar las bases de este sistema".
El entrevistado definió como prioritario el hecho de que "todos estos mecanismos tengan desde un principio medidas muy claras de acceso, porque estamos poniendo inversiones públicas en desarrollo de productos que deben estar disponibles a todos los que necesitan".
Carvalho destacó que actualmente muchos de los dineros públicos que se vuelcan a la investigación de medicamentos y vacunas "se convierten en propiedad privada de una empresa equis y no hay claridad de cómo se garantiza el acceso. (...) Lo más importante es que se precise que la distribución sea basada en cuestiones de salud y que el acceso sea prioridad", reclamó.