Buchenwald, la fábrica de la muerte que Alemania quiere olvidar

Buchenwald, uno de los campos de concentración más grandes de la Alemania nazi, fue liberado el 11 de abril de 1945. Sputnik preguntó a Philipp Neumann-Thein, el director de la Fundación de los Memoriales de Buchenwald y Mittelbau-Dora, por qué es importante seguir recordando las atrocidades que sufrieron los prisioneros a manos de los fascistas.
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— El gran evento programado en el teatro nacional alemán en Weimar para celebrar el 75 aniversario de la liberación de Buchenwald ha sido cancelado por el coronavirus. ¿Tendrá lugar un pequeño acto conmemorativo el 11 de abril en el memorial de Buchenwald?

— Debido a la expansión del coronavirus, no podemos celebrar ninguna actividad. Por ello invitamos a las misiones diplomáticas de los países cuyos ciudadanos fueron trasladados a Buchenwald y a los partidos democráticos de Alemania a depositar ofrendas florales. Afortunadamente, muchos aprovecharon esta oportunidad. 

El 11 de abril, esas mismas ofrendas se dejaron a los pies del monumento en memoria de las víctimas de Buchenwald. Hemos documentado esta ceremonia y puesto en marcha el acceso en línea para que las personas de todo el mundo, especialmente los exprisioneros, puedan celebrar con nosotros el aniversario de la liberación del campo.

Buchenwald, la fábrica de la muerte que Alemania quiere olvidar

—¿Por qué es importante continuar recordando a la gente lo que ocurrió en Buchenwald a pesar de la crisis sanitaria?

— Las cuestiones relacionadas con la historia de Buchenwald seguirán siendo relevantes en el futuro. Nos referimos a cómo pudieron ocurrir estos crímenes nazis, a cómo la gente pasó a apoyar al régimen nazi y a que podría ayudarnos a proteger la democracia, la supremacía de la ley y los derechos humanos aquí y ahora. Los exprisioneros de Buchenwald aprendieron mucho de sus vivencias y prestaron juramento en Buchenwald: "La destrucción del nazismo y sus raíces es nuestro lema. Construir un mundo nuevo y libre de guerras es nuestro objetivo".

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Los exprisioneros de muchos países a lo largo de su vida han respetado este juramento. Desafortunadamente, desde aquel entonces han surgido muchos fenómenos que deberían preocuparnos a todos. En Alemania están ganando popularidad los partidos y los movimientos que difunden ideas antidemocráticas y los de ultraderecha, quienes, entre otras cosas, exigen que "se dé un giro 180 grados a la memoria política". Estudiar la historia de Buchenwald puede ayudarnos a entender lo frágiles y vulnerables que son valores como la democracia, la separación de poderes y el estado de derecho.

— Algunas fuentes afirman que fueron los estadounidenses quienes liberaron Buchenwald el 13 de abril. ¿Qué papel desempeñó realmente el levantamiento armado de prisioneros que tuvo lugar el 11 de abril en la liberación de este campo de concentración?

— Ahora sabemos que el 11 de abril de 1945 dos unidades del Ejército estadounidense llegaron a Buchenwald. Un poco más tarde estas fuerzas se dirigieron a Weimar. Como resultado de este avance los guardias de las SS tuvieron que abandonar el campo. Su salida desempeñó un papel crucial en el éxito del levantamiento. En particular, permitió a los prisioneros sublevarse y tomar el control del campo. Se trataba de una liberación realizada tanto por las fuerzas externas, el Ejército de EEUU, como por las internas, representadas por los reclusos. El 13 de abril, los estadounidenses pasaron a controlar oficialmente Buchenwald y empezaron a brindar inmediatamente ayuda a los supervivientes.

— Se sabe que, poco después de la liberación del campo, las autoridades estadounidenses organizaron una visita a Buchenwald por parte de los habitantes de Weimar para mostrar a la gente lo que había estado sucediendo allí. ¿Puede usted contarnos un poco de esto?

— Por orden del general George S. Patton, quien examinó Buchenwald, 1.000 habitantes de Weimar lo visitaron el 16 de abril (...) Los estadounidenses querían mostrar a los residentes locales lo que había estado pasando cerca de ellos. Por ejemplo, hay una foto en la que un camión con un remolque está parado en un patio del crematorio y sobrecargado con los cadáveres de los prisioneros. La mayoría de los residentes dijo que no lo sabía y que no era responsable de estos crímenes.

— ¿Cómo es posible que la población no supiese nada de las atrocidades cometidas por los nazis?

— Buchenwald, como otros campos de concentración, mantenía estrechos vínculos con los pueblos que lo rodeaban. Los civiles, por ejemplo, los artesanos y los proveedores de otros servicios, tenían contactos con el campamento, estuvieron allí con fines comerciales y sabían mucho de lo que hacían allí con los prisioneros. Muchos trenes que se dirigían a Buchenwald pasaban por la estación de Weimar y sabemos por los testimonios de algunos sobrevivientes que los transeúntes escupían y arrojaban piedras a los reclusos.

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Las peores atrocidades fueron cometidas durante las llamadas marchas de la muerte, durante las cuales las SS trasladaban a los prisioneros entre los distintos campos de concentración. Los guardias de las SS mataban a balazos a los prisioneros que no podían caminar por sí solos y dejaban a los heridos morir pasando frío y hambre. A veces estos crímenes sucedían en o cerca de los asentamientos. De esta manera sus residentes estaban al tanto de los asesinatos en Buchenwald.

Creo que la amnesia de 1945 se debió a que la gente ciertamente tenía miedo de que fuese responsabilizada por las atrocidades del nacismo. Muchos también querían hacer volver la página y comenzar de nuevo, sin pensar más en lo que sucedió en los campos de concentración. Querían olvidar y reprimir en su mente esta historia.

— Usted se mostró preocupado de que algunos políticos en Alemania y en otros países pongan en duda públicamente la historia de la Segunda Guerra Mundial y sus crímenes. ¿Cómo le cae esto a los exprisioneros? En su opinión, ¿la gente ha aprendido algo de la Segunda Guerra Mundial?

— Lo impactante para muchos sobrevivientes en Buchenwald, fue que en Alemania las fuerzas políticas de derecha han cuestionado masivamente la democracia y los derechos humanos en los últimos cinco años. Algunos incluso dicen que se sienten como si les hayan hecho retroceder en el tiempo. Esto causa mucha preocupación, posiblemente, miedo y desesperación. Sin embargo, los sobrevivientes muestran ánimo y no quieren reconciliarse con esta situación.

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Nosotros, como una organización de memoria, compartimos y apoyamos esta postura siempre. Siempre hemos marcado de una manera muy clara los límites para el partido Alternativa para Alemania, donde nacionalistas ocupan altos puestos. Y nuestra postura encontró apoyo en la última evaluación que dio la Oficina Federal para la Protección de la Constitución al "ala" formada por los miembros del partido y que la tomó bajo su control debido a las "probadas aspiraciones extremistas".

Además, utilizamos todos los medios legales a nuestro alcance para luchar contra cualquier tipo de propaganda nacionalista, noticias falsas e incitación, independientemente de si se trata de un saludo de Hitler o Hitlergruß, enviado frente a las puertas de Buchenwald, o el rechazo verbal del Holocausto mostrado durante una excursión organizada al memorial. Informamos a las autoridades sobre todas estas provocaciones.

Buchenwald, la fábrica de la muerte que Alemania quiere olvidar

— En 2019, los medios comunicaron que se descubrieron varios túneles en el territorio del monumento conmemorativo de Buchenwald, donde los nazis pudieron haber escondido tesoros, incluida la tan buscada Sala Amber de Tsarskoye Selo, la residencia de la familia imperial rusa. ¿Sabe algo de esto?

— Hubo rumores que a finales de abril de 1945 el Ejército estadounidense descubrió un almacén en las canteras de Buchenwald, donde halló toneladas de objetos valiosos que los nazis habían robado a sus víctimas en los campos de exterminio, incluidas las coronas doradas de dientes y otros metales preciosos.

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Hace varios años, después de una minuciosa investigación realizada en una mina del campo, un periodista de Leipzig, Peter-Hugo Scholz, presentó nuevas pruebas de que a principios de 1945 allí se construyeron túneles. Nuestra Fundación, junto con los del Departamento Estatal de Turingia para la Preservación de Monumentos y Arqueología, decidimos verificar estas evidencias, no tanto porque sospechábamos que podríamos hallar tesoros, sino para disipar los rumores que surgían de manera constante. 

Valiéndose de una instantánea aérea tomada por EEUU en febrero de 1945 nuestras unidades buscaron las posibles cavidades en varios lugares utilizando por primera vez métodos modernos que permitían medir el suelo. Las excavaciones se llevaron a cabo en dos sitios en octubre de 2019 y se encontraron entradas a tres túneles que estaban vacíos. Debido a que estas instalaciones subterráneas contaban con muchas curvas podemos suponer que sirvieron de refugios antiaéreos para los guardias de las SS y que se ordenaron construir a los prisioneros poco antes del final de la Segunda Guerra Mundial.

— ¿Qué historia del pasado de Buchenwald le impactó más o influyó en su modo de pensar?

— Me conmueve mucho el hecho de que a pesar de las terribles condiciones que fueron creadas por las SS en Buchenwald para torturar a la gente y hacerla atentar uno contra el otro, también hubo personas que mostraron solidaridad y ayudaron a los demás. Hubo aquellos que defendieron a los más débiles, a los niños y a los adolescentes.

Los prisioneros hicieron todo lo posible para garantizar que los niños no tuvieran que trabajar, pudieran estar juntos y protegidos del terror de la mejor manera posible. Para mí, este es un ejemplo alentador de cómo puede mostrarse la solidaridad y la humanidad en un lugar tan desesperado que acabó siendo mortal para muchas personas.

— ¿Se ha hecho más difícil su trabajo debido a que cada vez hay menos sobrevivientes de Buchenwald que siguen vivos?

— La muerte de los sobrevivientes, por supuesto, afecta nuestro trabajo, y para mí personalmente siempre es un golpe doloroso. Conocemos a muchos exprisioneros de todo el mundo, son personalidades muy eminentes. Y cuando los escolares todavía tienen la oportunidad de hablar con uno de ellos, esto siempre causa un efecto muy intenso y especial. 

Durante décadas nosotros hemos utilizado fuentes, métodos y oportunidades completamente diferentes en nuestro trabajo educativo, y hemos adquirido una gran y alentadora experiencia en el ámbito de la ilustración. Por ejemplo, las reuniones de jóvenes celebradas en Buchenwald con posibilidades de pernoctar en este sitio ofrecen muy buenas condiciones para el estudio intensivo no solo de este lugar sino de su historia. Turingia y otros estados federados de Alemania brindan apoyo financiero para los viajes de escolares al memorial y junto con nuestros socios podemos recaudar fondos para los grupos que vienen del extranjero o las reuniones internacionales.

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