El Cuerpo de Marines de Estados Unidos es una fuerza anfibia y expedicionaria que debería ser considerada un tipo de infantería de marina, pero no es tan simple. En realidad, la infantería de marina en Estados Unidos en el sentido estricto simplemente no existe, ya que esa fuerza desempeña una amplia variedad de operaciones y en gran medida estas son terrestres, y no de desembarco.
El Cuerpo dispone de su propia aviación, integrada por portaviones de la Armada. Tiene a su disposición los aviones de tipo STOVL —de despegue corto y aterrizaje vertical—, así como una gran cantidad de helicópteros y convertiplanos —aeronaves de rotores basculantes—.
Sin embargo, la base de esta rama de las Fuerzas Armadas son las unidades de infantería motorizada, que están entrenadas para desembarcar, así como las unidades de ingeniería y retaguardia y los carros de combate. El personal activo del Cuerpo de Marines de EEUU se cifra en 182.000 efectivos, que es más que el personal activo de las FFAA de Chile, Perú o Venezuela. En otras palabras, esta fuerza militar es capaz de actuar por sí sola y sin la ayuda de otras ramas del Ejército.
El segundo ejército
En 2010 la gestión militar estadounidense ya hablaba de que el Cuerpo de Marina tenía que recuperar su alma marítima y que esta rama de hecho se había convertido en "un segundo ejército de Tierra". Subrayaba que los efectivos del Cuerpo no querían serlo. Entonces sonaron los primeros llamamientos a llevar a cabo una reforma, pero su inicio tardó nueve años en llegar. El momento por fin llegó en 2019, cuando el general David Berger asumió el mando del Cuerpo.
Las reformas que propone el general Berger son revolucionarias. El comandante busca remodelar el Cuerpo de una vez por todas y retornarlo a su antigua gloria. Las medidas a las que quiere recurrir son drásticas y no le convienen a todos porque suponen la reducción del personal y de armamento que desde el punto de vista de Berger no es necesario para las unidades del Cuerpo. El general quiere que esta rama deje de ser la duplicación del Ejército.
Según las reformas del general, en el Cuerpo de Marines reformado no habrá mucho lugar para los batallones de la policía militar, la artillería remolcada, las unidades que se dedican a la construcción de puentes, los tanques ni las unidades que se ocupan de la logística. Los recortes también afectan a la aviación del Cuerpo. Cada escuadrilla de aviones STOVL F-35B será recortada. En vez de 16 aeronaves cada una dispondrá solo de 10. El Cuerpo también se despedirá de 12.000 efectivos.
El Cuerpo de Marines, la herramienta de Washington para hacer frente a China
Pero, ¿para qué se necesitan estas reformas? El objetivo es preparar al Cuerpo de Marines para hacer frente a China en su zona de interés, el mar de la China Meridional, según el Center for Strategic & International Studies, el think tank estadounidense. La infantería de marina se enfocará en el combate litoral, mientras los conflictos terrestres en Oriente Medio y otras partes del globo serán responsabilidad del Ejército norteamericano.
Las reformas de Berger incluso parecen tener sentido en algunos casos particulares. Por ejemplo, la reducción en el número de tanques es lógica si el escenario de confrontación es el mar de la China Meridional porque las islas de la zona carecen de fortificaciones. Además, los estadounidenses no planean asaltar las islas, sino evitar que los chinos desembarquen en las que están en disputa. Por consiguiente, los carros de combate no serán de mucha utilidad para esta tarea.
Otro interrogante es en qué medida estas reformas serán efectivas. Actualmente están dirigidas a prepararse para un posible enfrentamiento con China en un lugar concreto. Pero si de repente surge la necesidad de enviar el Cuerpo a otra parte del mundo, puede que esta rama no esté lista para librar combate en otras condiciones. De todas formas, las reformas se realizarán hasta 2030, por lo cual a la gestión militar de EEUU le da tiempo de aplicar los cambios necesarios.
En cualquier caso, Rusia tiene que seguir atenta porque el país euroasiático también tiene un archipiélago en el océano Pacífico, una parte del cual lo reclama un aliado de Estados Unidos. Se trata de las pretensiones territoriales de Japón respecto a la parte sur de las islas Kuriles. Si bien en la actualidad la confrontación parece muy poco probable, mejor tenerlo en cuenta y siempre estar preparados para cualquier desenlace.