El especialista admitió que la crisis actual, que ya se ha hecho evidente, "será más seria que la Gran Depresión". Sin embargo, indicó que sus razones son diferentes. A diferencia de las causas puramente económicas de la crisis de hace casi un siglo, ahora "el factor exógeno (coronavirus) se combinó con los factores endógenos de la economía mundial", indicó Boyan Durankev, profesor de Economía de la Escuela Superior de Seguridad y Finanzas en Sofía.
"La actual crisis económica comenzó antes del brote de coronavirus, pero se está profundizando debido a él", enfatizó.
¿Qué se puede esperar para la economía mundial?
El economista denunció que el mundo está en la etapa de una cuarta guerra mundial contra un enemigo invisible, el virus.
El especialista pronosticó las consecuencias para la economía mundial si la pandemia dura seis meses a partir del 10.01.20, el día siguiente después de que China informara sobre el nuevo tipo de coronavirus.
Según él, es probable que el PIB mundial se reduzca en un 15-20%, al menos en términos de volumen; el comercio internacional se reducirá en más del 20%, el desempleo alcanzará y luego superará el 15% en EEUU y el 40% en algunos países, incluso debido a las nuevas tecnologías que reemplazan a las personas.
"Otros seis meses, y el mundo tendrá un ganador real tanto del coronavirus como de la recesión económica. Supongo que no será EEUU. Serán los países con una fuerte y sabia coordinación económica", recalcó.
Además, la asistencia internacional de China, Rusia y Cuba y otros países 'malos' para los halcones resultó ser más importante que los documentos del FMI, porque la demanda ahora no es de dinero, sino de bienes y servicios reales, apuntó.
La solidaridad en la UE y su futuro
Durankev constató la renuencia de la OTAN a defenderse en una guerra bacteriológica contra el coronavirus con gastos de alrededor del 2% de su PIB a la defensa.
"La Unión Europea, que derribó el Muro de Berlín en medio de aplausos, se ha dividido ahora en sus partes constitutivas y ha levantado muros no solo entre países, sino también entre ciudades", indicó.
En esta situación denunció el regreso de los Estados nacionales, "en la medida de lo posible y a través de lo que está disponible". Para Durankev, no es la mejor solución, pero sigue siendo una solución.
En su opinión, la OTAN y la UE, tal y como están, funcionan sin un objetivo claro y sin una coordinación total y se encuentran ante una alternativa.
"Ambas organizaciones, incluso antes de que termine la crisis del coronavirus, se enfrentan a una alternativa: o bien cambiar significativamente en consonancia con las amenazas mundiales y, en particular, paneuropeas, en lugar de las imaginarias, o bien, repetir el destino de los dinosaurios", afirmó, al agregar que "una pequeña criatura como el coronavirus ha obligado a casi 8.000 millones de personas a reconsiderar su estilo de vida y las amenazas a las que se enfrentan".
Asimismo, el economista propuso varias medidas concretas para superar la crisis que se avecina.
Asimismo, señaló la necesidad de la expansión y el enriquecimiento de los instrumentos fiscales. Además, todos los pagos de ingresos procedentes de la UE en el extranjero a jurisdicciones extraterritoriales deberían ser gravados. También enumeró las medidas suplementarias estándares que son interés cero o negativo y flexibilización cuantitativa.
"El Gobierno debería utilizar incentivos fiscales a gran escala, incluso mediante pagos directos en efectivo para los hogares en dificultades", afirmó.
Al mismo tiempo, Durankev expresó el temor de que a algunos políticos les guste el puesto de salvadores de la nación incluso después de que el estado de emergencia haya terminado en todos los Estados miembros.
Asimismo expresó la esperanza de que la UE no olvidará a quién ayudó a los países más afectados durante los tiempos más difíciles.
"Si la UE es un sistema autónomo, debería detener no solo todas las sanciones, sino también recordar una palabra como cooperación", concluyó el economista.