Mientras tanto, al menos 1.000 marineros deberían permanecer a bordo del USS Theodore Roosevelt porque alguien tiene que realizar tareas esenciales como operar su reactor nuclear, comunicó el jefe de Operaciones Navales de EEUU, el almirante Mike Gilday. Este número supera en casi 500 personas al previamente revelado por uno de los comandantes del portaviones, el capitán Brett Crozier, en su reciente memorándum.
"Este buque lleva armas a bordo, tiene munición, cuenta con aviones caros y tiene una central nuclear. Necesita a cierto número de personal a bordo que se encargue de la seguridad", destacó a su vez el secretario de la Marina en funciones, Thomas Modly.
La expansión del brote de coronavirus se extiende rápidamente a bordo del USS Theodore Roosevelt. La semana pasada el Pentágono confirmó tres casos de contagio y en los días posteriores su número ascendió a 25 infectados. El 31 de marzo un total de 70 marineros dieron positivo por COVID-19, y el 1 de abril se contagiaron casi 100. Hasta la fecha tan solo 1.273 de los 4.800 tripulantes del buque se sometieron a un examen médico para descartar la enfermedad.
Actualmente el portaviones se encuentra paralizado en el puerto de Guam. La isla es incapaz de alojar a un número tan elevado de marineros. Esta es una de las razones por las que la evacuación del personal avanza a un ritmo más lento del esperado por Crozier.
"El problema es que Guam no tiene suficientes camas ahora mismo, y tuvimos que hablar con el Gobierno para ver si podemos hacer espacio en los hoteles, crear un tipo de instalaciones de campaña", declaró Modly, citado por CNN.
Según Modly, casi 1.000 marineros fueron evacuados de la nave. Es posible que más marineros se infecten debido a la manera en la que se alojan en Guam, aseveró a CNN uno de los 150 militares evacuados a un gimnasio. Varias de las personas instaladas allí tosían, tenían fiebre y decían sentirse bien, y posteriormente resultaron estar infectadas. Otros marineros sin síntomas también dieron positivo, reveló una fuente anónima.
La misma fuente señala que en el gimnasio no existe el espacio suficiente para garantizar el distanciamiento social necesario y que no se cuenta con los medios suficientes para descontaminar la zona.
"Se infectará más gente en estas condiciones. Y ya no es cuando de si ocurrirá, sino de cuándo", concluyó.