Los hutíes avanzan sobre territorio yemení y están a punto de adueñarse de los hidrocarburos del país.
Según el analista militar ruso Vladislav Shuriguin, los hechos demuestran que Yemen se convirtió en un auténtico "atascadero" para los saudíes.
"Riad desembolsó enormes recursos en esa guerra y, sin embargo, la está perdiendo. En las actuales circunstancias de la economía mundial, caracterizadas particularmente por el desplome de petróleo, continuar el conflicto significaría un golpe a la economía saudí. Tampoco se puede evitar la repetición de los ataques hutíes contra las infraestructuras petroleras del reino. Los demás miembros de la coalición saudí ya se dieron cuenta de la inviabilidad del conflicto y minimizaron su participación en la guerra", subrayó Vladislav Shuriguin.
Entre otras cosas, denunció la complicidad de Occidente en las muertes en la guerra yemení, donde ya fallecieron unos 8.000 civiles, entre los cuales figuran más de 2.000 niños.
"Arabia Saudí hace ataques brutales, con bombardeos constantes contra la población civil", señaló, al apuntar que son los países occidentales quienes le suministran armas a Riad.
"Arabia Saudí tiene escasa industria propia y todo lo tiene que comparar, desde productos de primera necesidad hasta armamentos. Y lo paga muy bien. Por eso, Occidente pacta con esta monarquía y le permite hacer las cosas que hace en Yemen y también en el interior del país, donde están faltando a todos los derechos humanos", dijo Guadi Calvo.