"Un empleado dio positivo antes de que la reina se fuera a Windsor. Pero en el Palacio hay 500 miembros de personal así que, como cualquier lugar de trabajo, no se descarta que se vea afectado en algún momento", informó una fuente.
No se sabe si Isabel II tuvo algún contacto con el empleado, que se está recuperando, según informes.
La reina, de 93 años, se ha trasladado al Castillo de Windsor antes de lo habitual para la Pascua. Se espera que permanezca allí con su marido, el príncipe Felipe, de 98 años. Se están distanciando socialmente con una plantilla reducida para su seguridad. Además fuentes reales aseguraron que gozan de buena salud.
La avanzada edad de la reina y el príncipe significa que corren más riesgo de complicaciones si se contagian de COVID-19.
Agregó que el Reino Unido estaba "entrando en un período de gran preocupación e incertidumbre", pero que el público británico estaba a la altura de los desafíos que se adelantan.
Isabel II elogió el trabajo de los científicos, los médicos y los servicios públicos y de emergencia, pero advirtió que todos tienen ahora un papel de vital importancia que desempeñar en los próximos meses.