Madrid es el epicentro de la pandemia de coronavirus en el país y cuenta con el mayor número de casos detectados en todo el Estado.
Ahora este rumor en contra de los habitantes capitalinos ha prendido por España en forma de un cartel virtual de Prohibido madrileños. Nadie quiere exponerse a riesgos innecesarios al entrar en contacto con unas personas que, en teoría, no tendrían por qué hallarse fuera de la capital en fechas distintas a las de las normativas vacaciones.
Lemas y hasta hogueras
#Yomequedoencasa es el lema con el que el civismo llama en las redes sociales a cumplir con las normas de confinamiento. Pero en Andalucía fueron más allá. Al grito de"¡Madrileños fuera!" buena parte de la población local de Barbate, Zahara de los Atunes o Chiclana se opuso a la llegada de personas que, en su opinión, confunden turismo con civismo.
En un primer momento la afluencia de gentes provenientes de Madrid alarmó a las poblaciones locales. De pronto, sus supermercados, farmacias y playas estaban llenas de gente que podía ser portadora de COVID-19. Enseguida se reprochó su actitud; aprovechando el cierre de los colegios y las posibilidades de teletrabajar, familias enteras asumieron a su manera la recomendación sanitaria de quedarse en casa. Prefirieron quedarse en casa, pero en la de la playa.
Queja de las autoridades locales
De resultas, al poco se produjeron ingresos hospitalarios de pacientes forasteros. El temor ha llevado a que las autoridades valencianas eleven públicamente su queja. Carles Mulet, senador por Compromís, calificó de "insensatez" la afluencia de estas personas y pidió medidas de confinamiento para la capital ya el día 12. Enric Morera, presidente de Les Corts (Parlamento valenciano) acusó directamente a los madrileños de "exportar el virus".
Hospitales comarcales colapsados
Los profesionales de la salud aguantan con estoicismo la afluencia extra de pacientes importados. En la localidad alicantina de Villajoyosa, el Hospital Marina Baixa empieza a no dar más de sí.
En La Vila, como popularmente se conoce a esta ciudad, circula ya una iniciativa ciudadana para fabricar mascarillas en casa y aprovisionar así al Hospital Marina Baixa, que provee de tela no porosa. La situación en este centro sanitario es muy complicada, habida cuenta de la escasez de equipos de protección individual (EPI). El personal de enfermería tiene claro que acabará infectándose, también por los pacientes foráneos que han masificado las UCI.