El 15 de diciembre del año pasado la organización terrorista Daesh —autodenominada Estado Islámico— perpetró el peor atentado contra las fuerzas de seguridad en Nigeria: 71 soldados de ese país perdieron la vida. El hecho determinó una reunión extraordinaria del denominado G5 del Sahel, integrado por Mali, Chad, Nigeria, Burkina Faso y Mauritania.
Pero ni el G5, ni los apoyos recibidos desde Europa, principalmente de países como España y Francia, han dado resultados. Lo ocurrido en Nigeria lo confirmó. Tras la cumbre extraordinaria del 16 de diciembre, el presidente de Burkina Faso, Roch Marc Christian Kaboré, fue contundente.
"Es más que necesario que trabajemos rápidamente hacia una fuerza conjunta totalmente capaz. Queda entendido que el apoyo de todos los Estados de la región, así como de la comunidad internacional, es crucial para el resultado de nuestra lucha", dijo.
Tal fue la decisión anunciada este 27 de febrero por la Unión Africana, que congrega a todos los países del continente. Se creará una fuerza multinacional de 3.000 efectivos, aunque no se aportaron detalles sobre las modalidades y el calendario exacto para el despliegue.
Silenciar las armas
"Esta fuerza multinacional se enmarca dentro de la iniciativa de la UA 'Silenciar las armas' para lograr la paz, en un continente donde hay muchos conflictos abiertos", añadió el responsable del blog especializado en África, Tlilxayac, o Máscara negra, según la lengua Náhuatl que se habla en México.
De acuerdo con el experto, el inicio de este fenómeno hay que ubicarlo en 2012 "cuando los rebeldes intentan crear un estado al norte de Mali. Esta fuerza se suma a las operaciones francesas y del G5 para combatir un problema que de ser regional ya es continental", manifestó Aldana.
Definida como la zona ecoclimática y biogeográfica de transición entre el desierto del Sáhara al norte y la sabana sudanesa al sur, atraviesa de oeste a este el continente: norte de Senegal, el sur de Mauritania, Malí, el norte de Burkina Faso, el extremo sur de Argelia, Níger, norte de Nigeria, franja central de Chad y de Sudán, Eritrea y parte norte de Etiopía.
"Estos grupos han venido llenando el hueco que los Estados han dejado", graficó. En paralelo y por la desmovilización de yihadistas en Siria y del descalabro en Libia, "dentro de esa región han surgido grupos que también se disputan el control del territorio y practican actividades como tráfico de droga y de personas".
"Esto, aunado a la gran disponibilidad de terrenos y la poca densidad de población, ha hecho que el problema haya escalado", indicó.
Africa para los africanos
"Desde hace mucho tiempo África ha intentado consolidar un bloque común y esta fuerza multinacional puede enmarcarse dentro de este proceso (...) realmente existe una voluntad muy notoria de los jefes de Estado en fortalecer un bloque común", destacó el economista mexicano.
La fuerza multinacional y la firma del TLC continental son señales de que finalmente "se consolida una sola voz de África ante el mundo".
"África está buscando una identidad y esa identidad está en construcción", pero al ser una sola idea de tipo militar, "no seria suficiente para erradicar de raíz el problema del terrorismo del Sahel", opinó.