El espacio aéreo del desierto de Mojave, cerca de Las Vegas, acoge una nueva edición de los ejercicios de combate aéreo más exigentes de EEUU y, por ende, del bloque de la OTAN. España, Alemania e Italia son los países invitados en esta edición, y acudirán con cazas Eurofighter, Tornado y F-35 en el caso de este último país.
El escenario para las maniobras prevé el uso de 40.000 km cuadrados de espacio aéreo y más de 12.000 de suelo con acceso restringido, ya que se usa munición real. Las misiones a realizar incluyen la detección de blancos en tierra, eliminación de defensas antiaéreas y combate aéreo entre aeronaves. Este último encarna el objetivo de de las maniobras: hacer frente a una fuerza aérea enemiga, para la que se simula su presencia.
Más allá de los objetivos declarados
Los ejercicios pueden enmarcarse dentro de la campaña de la OTAN de gigantescas maniobras militares, afirma Juan Antonio Aguilar, director del portal especializado Elespíadigital.com Para este experto, las maniobras Red Flag tienen también una clara intencionalidad:
"Y no es de España o Italia, sino de EEUU. Porque a Europa pronto van a venir 30.000 soldados estadounidenses para otras maniobras. Lo que se intenta es coordinar toda una serie de sistemas de armamentos que nunca han funcionado juntos".
EEUU ha desplegado para la ocasión una numerosa fuerza compuesta de cazas F-35, F-16 y F-18, así como bombarderos B-52 y drones Predator. Distintos aviones de transporte, vigilancia y reabastecimiento en vuelo complementan el grupo, donde también figuran helicópteros de varios tipos. Por su parte, el Ejército del Aire destaca que la participación en Red Flag es una oportunidad de adiestramiento única que puede mejorar la operatividad y capacidad de combate de las aeronaves españolas. En suma, se trata de ganar eficacia en el cumplimiento de las misiones.
Aviones de rendimiento cuestionable
El ejercicio Red Flag lo protagonizan aviones cuyo rendimiento está en entredicho. El F-35 estadounidense es el avión más caro y con mayor historial de fallos de la serie F, "no se le puede comparar con el F-15 o el F-16, y encima nunca ha entrado en combate ", señala Aguilar. "Hay mucha literatura escrita, incluso dentro del Pentágono sobre sus fallos", asegura. "Y al Eurofighter le pasa un poco lo mismo, pero como es más barato, ha pasado más desapercibido".
"Las maniobras serán de alcance de superioridad aérea, que prepararán los F-35, y luego el reconocimiento y ataque a tierra lo ejecutarán los Eurofighter".
Pilotos españoles
La representación española acude a Nevada con un trágico telón de fondo en el gremio: tres accidentes mortales con aviones de entrenamiento C-101 en la Patrulla Águila en el último año. "La moral entre los pilotos no puede estar muy alta. Esos aviones, los C-101, tienen 40 años de servicio y su desarrollo tecnológico 50 o más. Son todos buenos profesionales, pero las máquinas están sometidas a mucha presión, por ser un grupo, además, de acrobacia aérea. Pero también ha habido accidentes con los F18, que ya empiezan a tener muchos años", afirma Juan Antonio Aguilar, quien explica que urge la renovación tanto de los aviones de entrenamiento como de las unidades de combate:
"Habrá que elegir entre el desarrollo de un caza europeo de cuarta generación, que puede tardar años, u optar por el carísimo F-35, del que no hay garantía de que pueda funcionar al 100% alguna vez", concluye.