Tras un estudio concienzudo que implicó operaciones matemáticas y un elaborado diseño, se trasladaron a Australia para encontrarse con los diseñadores del proyecto. La tela de la cama elástica está hecha de fibra de Kevlar, el mismo material del que están hechos los chalecos antibalas.
Los muelles pueden soportar un peso de 200 kg. Una vez ensambladas todas las piezas, después de siete horas de montaje y seis meses de planificación, el momento había llegado.
El segundo lanzamiento son 20 sandías, unos 190 kilos. El tercer lanzamiento es una piedra de 30 kilos sobre unos globos de agua dispersos en la cama. El siguiente, una pelota de yoga llena de agua.
El autor del vídeo explica su experiencia como ingeniero mecánico en la NASA y en Apple, en cuyo trabajo rutinario, las matemáticas y la física con la ayuda de las computadoras pueden simular este tipo de experimentos y predecir el resultado en la vida real, lo que les daba la seguridad de que la cama elástica sería lo suficientemente resistente.
Y finalmente, el gran reto, ¡lanzar un auto!