La propuesta impulsada por el Ministerio de Igualdad y liderada por Irene Montero plantea reformas en el Código Penal: primero, elimina la diferencia entre abuso y agresión sexual y segundo, castiga con hasta 15 años de cárcel los casos más graves de violación e introduce el delito de acoso callejero.
Un día después de la aprobación del anteproyecto, Igualdad ha lanzado un nuevo mensaje alineado a la futura normativa: convertir en realidad el grito feminista de Sola y borracha quiero llegar a casa, escuchado en manifestaciones pasadas durante el Día de la Mujer (8-M) y, especialmente, en las protestas convocadas a raíz de la sentencia contra La Manada, nombre que recibe una serie de sucesos relacionados con un caso de violación grupal a una joven en Pamplona.
"Queremos que el grito feminista Sola y borracha, quiero llegar a casa se convierta en una realidad para dejar de vivir con miedo. Los derechos de las mujeres nunca más se perderán en callejones oscuros." Así lo ha manifestado Igualdad en su cuenta oficial de Twitter, que no ha tardado en recibir todo tipo de críticas:
Y también de halagos, desde distintos colectivos:
A los que algunos le han añadido un toque de humor:
Sea como fuere, lo que es una realidad es que la ministra de Igualdad ha conseguido cumplir sus promesas de llevar al Consejo de Ministros esta ley integral antes del Día de la Mujer celebrado el 8 de marzo —tal y como había asegurado en la anterior legislatura— en lugar de ser pospuesta hasta la presentación del proyecto de reforma del Código Penal. Concluye así una batalla política que ha dejado muy flagelada la coordinación del Gobierno de coalición.