El Vaticano se aventura finalmente a abrir los archivos de la Santa Sede del período de papado del controvertido Pío XII, conocido por algunos como el Papa de Hitler.
La institución católica ha sido objeto de duras críticas en reiteradas ocasiones por negarse a abrir los archivos del período que va de 1939 a 1958. Se denuncia que el citado papa adoptó una actitud pasiva ante la persecución que sufrieron los judíos durante el Holocausto, en plena Segunda Guerra Mundial y hay sospechas de que el Vaticano lo ha mantenido en secreto durante todo este tiempo.
El Congreso Judío Mundial (CJM) tiene un papel importante en esta historia. Su presidente, Ronald Steven Lauder, se mostró positivo ante el nuevo gesto de la Santa Sede, ya que "el papa Francisco está demostrando un compromiso a descubrir y extender la verdad, a la vez que reconoce el significado de la memoria del Holocausto".
Lauder se refirió a un documento detallado que preparó en la época el propio CJM para informar al Vaticano de la intención que tenían los nazis de capturar y ejecutar sistemáticamente a judíos.
La organización asegura que en el citado documento se hacía referencia a que semejantes intenciones "podrían haber sido evitadas o, al menos, mitigadas por la intervención de la Santa Sede".
Por su parte, el rabino Abraham Skorka, que escribió un libro con el papa Francisco, también valoró positivamente la decisión. "Deberían abrirlos [los archivos] y aclararlo todo. Entonces se verá si ellos podrían