La Casa Blanca argumentó que esos entes habían violado las leyes estadounidenses.
"Cinismo absoluto de estas medidas no tanto porque Washington extiende otra vez sus leyes internas a terceros países, sino porque el que sanciona es un Estado que se retiró unilateralmente del acuerdo crucial sobre el programa nuclear iraní", indicó Kosachov en su cuenta de Facebook.
El senador, que encabeza el comité de asuntos internacionales de la Cámara Alta, remarcó que la Casa Blanca tomó la decisión final de apartarse totalmente de las normas internacionales.
"En el plano político, EEUU desea mostrarse en calidad de luchador mundial contra la proliferación, lo que, en el contexto de su retirada del Tratado INF, no encaja con los pasos reales dados", indicó, agregando que el factor económico puede verse en "el impacto contra las empresas enemigas".
Según Kondrátiev, el fin militar de las restricciones consiste en crear condiciones "para concentrar en algunas regiones y, en primer lugar, en Oriente Medio y la Región Asia-Pacífico, grupos móviles de fuerzas nucleares" los cuales, a su vez, representan una amenaza para Rusia y China.
Las sanciones estadounidenses afectaron a las empresas chinas Luo Dingwen, Baoding Shimaotong Enterprises Services Company Limited, Gaobeidian Kaituo Precise Instrument y Wuhan Sanjiang Import and Export.
Washington penalizó también a la compañía turca Eren Carbon Graphite Industrial Trading Company por vínculos con el programa balístico iraní.
El Departamento de Estado no especificó las empresas de Irak y Rusia sancionadas.