Poco antes el fiscal holandés Fred Westerbeke aseguró en un programa del canal televisivo CBS que existe al menos un testigo del lanzamiento.
"De las declaraciones [del testigo]: 'Voy por el bosque. Una haya [en ruso Buk], un álamo (...)'. Resulta asqueroso, han hecho una farsa de lo que es una tragedia", escribió la diplomática en su cuenta de Facebook, al comentar la declaración.
Previamente se supo que, según los documentos publicados por el periodista y autor del documental sobre la catástrofe aérea, el holandés Max van der Werff, la inteligencia militar holandesa no encontró ningún sistema de defensa aérea Buk que pudiera derribar el Boeing malasio en Ucrania en 2014.
El 17 de julio de 2014, el vuelo MH17 de la compañía Malaysia Airlines, que se dirigía de Ámsterdam a Kuala Lumpur, fue alcanzado por un misil cuando sobrevolaba la provincia de Donetsk, en el este de Ucrania, una zona convulsionada por los enfrentamientos entre las tropas ucranianas y las milicias.
El Equipo de Investigación Conjunto, formado por expertos de los Países Bajos, Malasia, Australia, Bélgica y Ucrania, afirma que el Boeing fue derribado por un sistema Buk, trasladado supuestamente a un área bajo control de las milicias de Donbás y perteneciente a la 53 brigada rusa de defensa antiaérea estacionada en Kursk.
El Ministerio de Defensa ruso desmintió esa información, al asegurar que todos los misiles incluyendo el propulsor, que mostró la comisión holandesa, fueron destruidos en territorio ruso después de 2011.
La Cancillería de Rusia tildó de infundadas las acusaciones del JIT sobre la implicación de la parte rusa en la catástrofe del MH17 y dijo lamentar que la investigación se efectúe de un modo tan unilateral y preconcebido.