Entre los años de 1948 y 1966, los más de 150.000 árabes que vivían dentro de las fronteras de Israel tras su independencia fueron gobernados por un poder militar, bajo el cual enfrentaron toques de queda, restricciones de viaje y amenazas de arrestos arbitrarios y expulsiones
Las circunstancias que enfrentaron los árabes israelíes durante el período de este Gobierno militar fueron parte de un plan concertado para expulsar a la minoría árabe de las tierras y despejar el territorio para el posterior asentamiento judío, revela un documento, publicado parcialmente por la agencia Haaretz.
El suplemento secreto consideraba la ley marcial como una herramienta en la lucha contra los 'intrusos' árabes y argumentaba que a largo plazo, solo el asentamiento judío —llamado en el documento de 'asentamiento de seguridad'— podría garantizar la seguridad de las fronteras de la nación. Por lo tanto, era necesario asegurar el asentamiento judío sistemático de las tres zonas de mayoría árabe en las que se aplicaba el gobierno militar.
El Comité Ratner argumentó, además, que solo el mantenimiento de la ley marcial sobre estas áreas podría desestimular a los árabes israelíes de regresar a sus antiguos hogares, los cuales abandonaron durante el período de guerra.
El documento secreto recomendó que hasta la estabilización de los asentamientos de seguridad en las áreas árabes era esencial mantener el Gobierno militar en estos lugares y fortalecer su aparato para garantizar, directa e indirectamente, que las tierras no se perdieran "para el Estado".
Las conclusiones del informe de Ratner sirvieron como política gubernamental durante años y la abolición formal del Gobierno militar sobre las áreas de mayoría árabe no tuvo lugar hasta 1966, cuando se levantó la ley marcial y el Gobierno de Levi Eshkol comenzó el proceso de igualdad de derechos de los árabes israelíes con los de los ciudadanos judíos.
Menos de un año después, el junio de 1967, Israel derrotó a una coalición árabe en la guerra de los Seis Días y tomó el control de nuevos territorios, incluidos el Sinaí, Gaza, Cisjordania y los Altos del Golán, lo que provocaría nuevos conflictos territoriales, algunos de los cuales permanecen hasta el día de hoy.