La abogada Claire Dobbin, que actúa en representación de la administración estadounidense, solicitó una pausa de casi tres meses a partir de la primera semana de la vista pública, prevista para comenzar el 24 de febrero.
La defensa de Assange aceptó la ruptura de las diligencias en dos etapas distintivas —1 semana en febrero y 3 en mayo— en el interés de la Justicia y del periodista australiano.
La jueza Vanessa Baraitser suspendió temporalmente la sesión antes de dar el visto bueno al nuevo calendario del polémico proceso de extradición.
El acuerdo de los abogados de ambas partes propone lidiar con "cuestiones preliminares" sobre la naturaleza política o no de la reclamación de EEUU y en torno al potencial abuso de proceso en la primera semana del juicio.
El resto de los asuntos se tratarían durante tres semanas en mayo.