"Ha sido Haftar quien se negó a suscribir en Berlín el acuerdo del armisticio. Se comportó de forma rara: apagó su teléfono, cortó las comunicaciones, se fue sin avisar a nadie", dijo la fuente.
También fueron invitados al foro los líderes rivales de Libia —el jefe del Gobierno de Acuerdo Nacional, Fayez Sarraj, y el comandante del Ejército Nacional Libio, mariscal Jalifa Haftar— y varios organismos internacionales, como la ONU, la Unión Europea, la Unión Africana y la Liga Árabe.
Varios días antes, los líderes de las facciones enfrentadas coincidieron en Moscú, adonde fueron invitados para formalizar el alto el fuego declarado a partir del 12 de enero por iniciativa de Rusia y Turquía, pero Haftar abandonó la capital rusa sin firmar el acuerdo alegando la necesidad de consultarlo con los dirigentes tribales.
Libia continúa sumida en una crisis desde que el derrocamiento de su líder histórico, Muamar Gadafi, en 2011, derivó en violentos enfrentamientos entre facciones rivales.
Actualmente en el país hay una dualidad de poderes:
- el Gobierno interino junto con el Parlamento en Tobruk, que controla la parte oriental y cuenta con el apoyo del Ejército Nacional Libio,
- y el Gobierno de Acuerdo Nacional avalado por la ONU, con sede en Trípoli, en el noroeste del país.