La última muestra de ello fue la inauguración del gasoducto Turk Stream. Sus dos tramos sirven para suministrar grandes volúmenes de gas ruso a Turquía y países europeos.
En declaraciones a Radio Sputnik, el experto en temas energéticos Mithat Rende, exembajador de Turquía ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, señaló que el proyecto beneficia a todas las partes involucradas.
"Eso tiene una gran importancia para garantizar la seguridad energética de Turquía y Europa, donde fundamentalmente se cubrirá la demanda de gas de países como Bulgaria, Serbia y Hungría. Se dio un gran avance en materia de seguridad energética y diversificación de fuentes de suministro", manifestó.
A su vez, el politólogo ruso Evgueni Ben resaltó que el Turk Stream fue puesto en marcha pese a las infinitas trampas puestas por Washington.
En este contexto, el analista político y económico en asuntos europeos Carlos Puente Martín se mostró convencido de que también se finalizará el gasoducto Nord Stream 2, un proyecto destinado a aumentar las ventas de gas ruso a países comunitarios.
Actualmente, su construcción está paralizada debido a las amenazas norteamericanas a las empresas europeas implicadas en la realización de la megaobra. No obstante, la parte rusa afirma que es capaz de concluir el gasoducto con sus propios medios.
"Yo no tengo ninguna duda que la tecnología rusa efectivamente puede terminar el proyecto tal como estaba concebido", indicó el experto, al afirmar que Europa comete "un grave error" al "estar a las órdenes del gobierno de EEUU", particularmente, en lo concerniente a la cooperación energética con Rusia.
De hecho, el bloque comunitario parece empezar a darse cuenta de que el seguir las directrices norteamericanas perjudica a sus intereses. Y es que Austria acaba de sumarse a Alemania en su rechazo a las sanciones norteamericanas contra Nord Stream 2, calificando las medidas "extraterritoriales" de Washington como "inaceptables".
La tendencia se debe también al lanzamiento del gasoducto Fuerza de Siberia, entre Rusia y China. De acuerdo al analista español Javier Colomo Ugarte, el proyecto tiene no solo una gran importancia económica, sino también una gran importancia geopolítica.