Irán lanzó varios misiles contra las instalaciones militares estadounidenses, ubicadas en la base aérea de Al Asad en el oeste de Irak en venganza por el asesinato del general iraní Qasem Soleimani que fue abatido en una operación estadounidense la noche del 3 de enero, hecho que derivó en un intercambio de amenazas entre Teherán y Washington.
El experto agregó que las exigencias de ambos países son muy concretas: Estados Unidos exige a Irán que no desarrolle armas nucleares y no bloquee el estrecho de Ormuz, mientras que Irán, a pesar de que no lo declaró oficialmente, "no arriesgará su vida con Estados Unidos" si Washington no intenta derrocar a su Gobierno por la fuerza militar.
En su opinión, Irán no podía dejar sin consecuencias el asesinato de Soleimani y por eso Teherán decidió disparar misiles contra las bases militares estadounidenses, pero considera que la operación de Irán no avanzará más.
"Podemos asumir que la venganza de Irán se detendrá allí y probablemente EEUU no desencadenará un conflicto militar abierto por el ataque a sus bases", opinó el profesor Gao Shantao.
No obstante, si las partes han cambiado sus planes de relación mutua, Estados Unidos decidirá en respuesta atacar los objetivos militares iraníes, e Irán dejará de pensar en la crisis política y atacará a las bases estadounidenses.
El experto sugiere que en este caso las partes se involucrarán en un conflicto militar a gran escala.
"El resultado es muy fácil de predecir, es probable que el poder político de Irán sufra pérdidas muy serias hasta llegar al derrocamiento. Pero la probabilidad de tal situación es muy baja", concluyó el analista político chino.