Las fuerzas de seguridad de la Embajada de Estados Unidos lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes congregados en el exterior de la sede diplomática.
Por su parte, la influyente coalición de milicias iraquíes Al Hashd al Shaabi, por su nombre en árabe (o PMU, por las siglas en inglés de las Unidades de Movilización Popular) pidió a sus seguidores, ante todo los chiíes, que cesen las protestas.
"Al Hashd al Shaabi pide a sus manifestantes que se retiren de la Embajada de EEUU en Bagdad por respeto a la decisión del Gobierno iraquí", reportó la agencia Rudaw.
Previamente, los manifestantes dijeron a los medios iraquíes que iban a permanecer ante la legación diplomática hasta que el Parlamento y el Gobierno revisaran el acuerdo de cooperación en vigor para reducir la presencia militar estadounidense en el país.
El 29 de diciembre, el Pentágono dijo haber lanzado ataques de precisión a varias instalaciones del grupo Kataeb Hizbulá en Irak y Siria en represalia por el atentado contra una base estadounidense cerca de Kirkuk, que mató a un contratista de defensa y causó heridas a cuatro soldados dos días antes.
Las Unidades de Movilización Popular (conocidas también como Al Hashd al Shaabi, por su nombre en árabe) informaron de 25 muertos y 51 heridos como resultado de los ataques estadounidenses.
Los bombardeos encolerizaron a los chiíes iraquíes que intentaron el 31 de diciembre un asalto a la Embajada de EEUU en Bagdad, destrozaron la puerta e incendiaron la valla exterior del recinto.
En el segundo día de las protestas, los militares estadounidenses que protegen la Embajada lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.
El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, habló por teléfono con el primer ministro de Irak, Adel Abdul Mahdi, y con el presidente iraquí, Barham Salih, "para reiterarles su obligación de proteger a nuestro personal y nuestra propiedad".
El Departamento de Estado informó que las autoridades iraquíes habían prometido proteger a los estadounidenses.
El presidente de EEUU, Donald Trump, responsabilizó a Irán del asedio a la Embajada y advirtió en su cuenta de Twitter que "pagará muy caro" en el caso de que haya víctimas humanas o se ocasionen daños a algunas instalaciones; por su parte, el secretario de Defensa, Mark Esper, anunció el envío inmediato de unos 750 soldados adicionales a Oriente Medio.