El balance preliminar de las víctimas mortales, estimado en 79 la víspera, se elevó a 81 el domingo por la noche con el fallecimiento de dos de los 148 heridos en el ataque, entre ellos uno de los dieciséis heridos graves trasladados a Turquía para recibir tratamiento.
Según la estimación previa, los ataques mataron a cuatro terroristas en Qunyo Barrow y Caliyoow Barrow, además de destruir dos vehículos.
"Desde el primer ataque en el extranjero en 2010, el grupo ha matado de forma implacable a centenares. Han atacado y asesinado a socios y aliados africanos, así como a ciudadanos de EEUU. Son una amenaza global y tienen las miras puestas en exportar la violencia a la región y eventualmente realizar ataques en territorio estadounidense", cita Africom al director de operaciones, mayor general William Gayler.
Al Shabab, que ha jurado lealtad al grupo terrorista Al Qaeda (prohibido en Rusia), ha perpetrado numerosos ataques dirigidos contra las tropas gubernamentales, la Misión de la Unión Africana en Somalia (Amisom) y las operaciones humanitarias de la ONU.
El grupo, que se empeña en imponer en Somalia una versión radical de la ley sharia, también ha reivindicado varios atentados terroristas en los países vecinos del este de África, incluyendo la matanza en el centro comercial Westgate en Nairobi, Kenia, en septiembre de 2013.