El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró el 15 de diciembre que Ankara podría cerrar para los militares estadounidenses estas dos bases en respuesta a las sanciones de Washington.
"Consideramos el estatus de nuestras fuerzas en Turquía como un símbolo de nuestro compromiso de muchas décadas de trabajar y ayudar a proteger a nuestro aliado en la OTAN y al socio estratégico de Turquía... El departamento está aplicando esfuerzos para mantener esta relación, a la vez llama a Turquía a tener una política más constructiva en el tema de los S-400, sobre Siria y otros aspectos donde hay discrepancias", dijo el portavoz a Sputnik.
Tras lograr un acuerdo con Turquía en julio de 2015, Washington usaba la base aérea de Incirlik en la provincia turca de Adana para llevar a cabo bombardeos sobre las posiciones de los yihadistas en Siria e Irak; de momento la base almacena arsenal nuclear de EEUU, compuesto por unas 50 bombas termonucleares B61.
La estación de radar Kurecik, ubicada en la ciudad homónima en la provincia de Malatya en el sureste de Turquía, fue instalada en 2012 para su uso por la OTAN como un radar de alerta temprana contra ataques con misiles balísticos.
La semana pasada el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EEUU aprobó un proyecto de ley que impone sanciones contra Turquía en relación con la compra de los sistemas antiaéreos rusos S-400 y la operación turca en el norte de Siria.