"Dada la naturaleza colectiva de las sanciones contra Rusia aprobadas por la autoridad mundial antidopaje, existen todos los motivos para considerar que no se basan en las aspiraciones de garantizar que el deporte mundial sea limpio sino en unos motivos políticos que nada tienen que ver con los intereses del deporte y del movimiento olímpico", declaró el presidente ruso.
"Los castigos no deben tener carácter colectivo y afectar a las personas que nada tienen que ver con las infracciones, algo que también los especialistas de la WADA deben tener claro", enfatizó Putin.
Las prohibiciones de la WADA entrarán en vigor dentro de 21 días o después de que finalice la posible apelación que presente Rusia ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo.
El jefe del Comité Olímpico Nacional de Rusia, Stanislav Pozdniakov, en una rueda de prensa después de conocerse la noticia sobre el veredicto de la WADA, afirmó:
"Haremos todo lo posible para que el equipo olímpico de Rusia aparezca en Tokio bajo los colores de la bandera nacional. El castigo sin pruebas se convierte en un nuevo estándar en el deporte. Todos los responsables deben ser castigados, sin embargo, no se puede determinar a los culpables guiándose por motivos políticos".
"El montaje que se ha hecho se basa en declaraciones de un supuesto exiliado político que, según la prensa occidental, está en EEUU y quien fue que acusó a Rusia de que allí sistemáticamente se violaba la legalidad del deporte, y solo con sus declaraciones la WADA se basa para decir que las muestras enviadas desde Rusia no son válidas, etc. Todo un montaje político, una guerra híbrida".
En otro orden, a primeras horas de este 10 de diciembre en Paris fue clausurada la primera, en tres años, cumbre de los líderes de los países del "cuarteto de Normandía" (Rusia, Ucrania, Francia y Alemania).
Al término de la reunión fue aprobado un comunicado conjunto, en el que los Acuerdos de Minsk son determinados como base de trabajo del, también denominado, "formato de Normandía".
Las partes manifestaron la adhesión al cumplimiento pleno del régimen de alto el fuego en el Este de Ucrania antes de fines de 2019 y destacaron que para fines de marzo de 2020 se plantea la separación de fuerzas en tres nuevos puntos de Donbás.
El presidente de Rusia definió la cumbre de "muy útil" y subrayó que Rusia hará todo para hacer su contribución en las labores para una solución en Donbás. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, declaró por su parte que Kiev está dispuesto a cumplir los acuerdos alcanzados.
Según el politólogo ruso Yuri Svétov, tiene importancia, incluso, el hecho mismo de unas conversaciones a tan alto nivel al cabo de tres años. Es importante también el hecho de este primer "cara a cara" de los presidentes de Rusia y de Ucrania.
En opinión de otro experto ruso Ígor Shatrov, nadie espera un gran avance, pero todos esperan cambios.
"Pues, aparte de que fuera la primera en tres años cumbre del 'formato de Normandía', se realizó, además, el primer encuentro personal de los presidentes Putin y Zelenski", señala el experto.
En palabras del líder ucraniano, él habló sobre el particular con el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y ahora la continuación del tránsito será analizada a nivel de consejeros. Según Zelenski, lo más probable es que el contrato sea prorrogado.
Por su parte, en la conferencia de prensa Vladímir Putin destacó que el gas ruso para Ucrania puede ser un 25% más barato que ahora. Moscú insiste en que el nuevo tratado puede ser firmado en condiciones de rechazo mutuo a las reclamaciones en el Tribunal Internacional de Arbitraje y de cese de los litigios judiciales.
Estos y otros temas podrán escuchar con más detalle en la presente edición de El Punto.