Según las fuentes, los negociadores de China y EEUU "entablan las bases" para aplazar las tarifas que afectarían celulares, computadoras portátiles y ropa chinos.
Si esta tanda entra en vigor, se gravarán prácticamente todas las exportaciones chinas a EEUU.
Según funcionarios, Washington quiere que China acepte una cláusula de su futuro acuerdo comercial que la obligue a entregar cada trimestre un informe sobre las compras prometidas y garantizar que la contracción del monto de sus compras no supere el 10% en ningún trimestre.
Washington y Pekín libran una guerra comercial desde junio de 2018, cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció la aplicación de aranceles adicionales a las importaciones de productos del gigante asiático por valor de 50.000 millones de dólares, con el argumento de equilibrar una balanza comercial negativa para su país.
Desde entonces, ambas naciones han intercambiado varios paquetes de aranceles, mientras tratan de llegar a un acuerdo sobre el intercambio comercial.
Tanto Pekín como Washington declararon a principios de este mes que no tienen fecha límite para lograr el pacto.