"Las pérdidas de los proveedores asciende a 10,8 billones de riales [equivalente a unos 90 millones de dólares]", dijo el ministro a la agencia ISNA.
Las autoridades iraníes interrumpieron el servicio de internet en algunas ciudades del interior del país el 16 de noviembre un día después de que estallaran las protestas por el alza de los precios de la gasolina.
La conexión comenzó a restablecerse el 21 de noviembre y el día 27 se restauró completamente.
Según los medios locales, algunas de las manifestaciones fueron pacíficas, mientras que otras derivaron en violentos disturbios y causaron bajas entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad.