"Estamos estudiando la compatibilidad de los F-35 y S-400, espero que esos esfuerzos tengan un resultado positivo, Ankara no renunciará a uno en favor del otro", aseguró el titular.
Akar destacó que si los sistemas rusos no pueden funcionar paralelamente a los F-35, Ankara hallará "una fórmula para actuar con máxima comodidad".
El ministro de Defensa turco reiteró que su país no piensa renunciar a los S-400 rusos, y llamó a no poner en duda su despliegue en el territorio "de acuerdo con el plan existente".
Rusia empezó a entregar los S-400 a Turquía en julio pasado, la adquisición de estos sistemas provocó tensión en las relaciones entre Ankara y Washington.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció que los S-400 se pondrán en servicio operativo en abril de 2020.
Washington había exigido que Ankara renunciara a esa transacción y comprara los Patriot estadounidenses, amenazó con demorar o cancelar la venta a Turquía de novísimos cazas F-35 e imponer sanciones de acuerdo con la Ley Caatsa (Ley para Contrarrestar a los Adversarios a través de Sanciones).
Pero Ankara se negó a hacer concesiones, y aseguró que su propósito de adquirir los sistemas rusos sigue siendo firme.